¡Rabí, enséñanos a orar!Muestra

Mensaje final:

Desde el principio hemos comentado que haríamos conexión con Dios. Permítame profundizar un poco en ello. Conexión es lograr que se abra el Cielo para ti. La Meditación Cristiana le permite entrar en Jesús y permanecer en Él. Conexión es comunicación y eso es lo que hemos estado haciendo. No solo es otra persona. Juntos hemos traspasado el umbral de este mundo con todo lo que conlleva, una vida como el agua simple, sin sentido ni sabor, y penetrado en la vida en espíritu y en verdad.

Cuando medita está haciendo un interludio* en su vida que reafirma la centralidad y la preeminencia de Cristo, por ello cuanto se aparte para estar a solas y en silencio, aunque sea por un momento corto, pon toda tu atención en nuestro amado Maestro Jesús. “Vivir a la luz de la eternidad significa ordenar nuestra vida hoy de acuerdo con las prioridades celestiales, y colocar a Cristo por encima de todo lo demás” (Ap 7).

Esto es lo que hemos estado haciendo, sin embargo, hace falta profundizar más, por ello le invito a buscar la fuente de este plan, ahí encontrará las 4 semanas completas, pero no tienen que ser las últimas, pues mañana puede volver al principio del libro, y así sucesivamente. Lo importante es animarle a buscar un tiempo entre todo ese acelere, agitación y desenfreno, para apartarle por un tiempo para hacer una inmersión y ver en qué parte de todas estas prisas está realmente Jesús y qué lugar de tu vida ocupa.

*Los interludios nos recuerdan lo que es más importante, (los valores y las metas de nuestra vida), especialmente cuando por vivir en la prisa, ponemos en desorden nuestras prioridades, nos olvidamos de nuestros valores y tendemos a darle más importancia a cosas opcionales sobre las importantes.

Gracias por llegar hasta aquí, y por hacer de Meditación Cristiana parte de su nueva vida. Ahora por amor compártelo con alguien más. Que la paz y la gracia de Jesús le acompañe siempre. Este es el sello del Nuevo Testamento, con las bienaventuranzas donde se describe a los verdaderos discípulos “benditos los que tienen hambre y sed de justicia”.

Shalom

Fernando Pose.