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El niño que es SeñorMuestra

El niño que es Señor

DÍA 27 DE 45

Juan el Grande - Parte 1

En primer lugar, leemos en Lucas 1:15 que Juan “será grande delante del Señor”. Jesús lo aclara aún más unos capítulos más adelante diciendo: “Les digo que entre los nacidos de mujer, no hay nadie mayor que Juan” (Lucas 7:28).

Es una afirmación increíble, sobre todo si tenemos en cuenta que Juan pasó la mayor parte de su vida en la oscuridad. Comenzó su ministerio público cuando tenía veintitantos o poco más de treinta años, y aunque llamó mucho la atención, su fama sólo duró unos meses antes de que apareciera Jesús. Poco después, Juan fue encarcelado y decapitado de joven.

¿Qué tenía de grandioso este excéntrico devorador de insectos, bebedor de miel, predicador del Evangelio y bautizador de pecadores? De la profecía de Zacarías y de otros pasajes de los Evangelios podemos deducir al menos siete aspectos de la grandeza de Juan y de su verdadera grandeza a los ojos de Dios.

1. Juan provenía de padres llenos del Espíritu

Tanto la madre de Juan, Elisabet, como su padre, Zacarías, estaban llenos del Espíritu Santo. En Lucas 1:41 leemos: “Elisabet fue llena del Espíritu Santo” y entonces profetizó sobre María. En Lucas 1:67, “Zacarías fue lleno del Espíritu Santo y profetizó” sobre su hijo al nacer. A lo largo de su evangelio, Lucas nos dice en numerosas ocasiones que Jesús estaba lleno del Espíritu Santo. En pocas palabras, estar lleno del Espíritu significa ser como Jesús por el poder de Dios.

2. Juan estaba lleno del Espíritu Santo

Juan mismo también estaba lleno del Espíritu Santo. Antes del nacimiento de Juan, el ángel Gabriel dijo: “Será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre” (Lucas 1:15). La Biblia también dice: “La mano del Señor ciertamente estaba con él” (Lucas 1:66). Es otra forma de decir que el Espíritu Santo estuvo presente con él, a través de él y en él a lo largo de su vida.

Juan no llegó a ser el hombre más grande que jamás haya existido por su moralidad y buen comportamiento, sino por el poder del Espíritu Santo. Cuando miramos la vida de Juan, el punto no es simplemente hacer lo que Juan hizo, sino ser transformados a través del Espíritu Santo, ser llenos de él y ser investidos de poder por ese mismo Espíritu que hizo grande a Juan y le dio un gran ministerio. El Espíritu te hará moral, pero eso es un subproducto y no lo principal. Su meta no es sólo hacerte mejor, sino hacerte nuevo.

Reflexión:

¿Cómo es tu relación personal con el Espíritu Santo? ¿Cómo puede mejorar tu relación personal con el Espíritu Santo?

Escrituras

Día 26Día 28

Acerca de este Plan

El niño que es Señor

Cada Navidad, el mundo entero se detiene para celebrar el nacimiento de la persona más importante en la historia del mundo: ¡Jesucristo! En el devocional diario “El niño que es Señor”, estudiaremos los grandes detalles que rodean esta entrada de Dios en la historia de la humanidad, que cambió vidas, alteró la historia y salvó almas, tal como se registra en Lucas 1-2.

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Nos gustaría agradecer a Mark Driscoll por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://realfaith.com/