El niño que es SeñorMuestra
Los hechos históricos del nacimiento de Jesús
Las primeras frases del capítulo 2 de Lucas demuestran la gran atención del autor a los detalles históricos. Lucas nos presenta a Augusto César, que gobernaba en la época en que nació Jesús. Augusto César fue un líder político muy importante que gobernó el Imperio romano, uno de los imperios más prominentes, duraderos y de mayor alcance en la historia del mundo. Era el hijo adoptivo de Julio César. Su título “Augusto” significa “el majestuoso o muy venerado”.
Los historiadores dicen que durante su ascenso al poder Augusto César fue despiadado, pero una vez que asumió el poder se volvió más benevolente. Fue un gobernante bastante amable en comparación con otros de su época, mucho más que personas como el rey Herodes, que fue un hombre maníaco durante toda su vida.
A las órdenes de Augusto César había un gobernador llamado Quirino, que hacía cumplir y ejecutaba las políticas y decisiones del emperador. Lucas sitúa el nacimiento de Jesús en un marco temporal histórico concreto al decirnos que ocurrió durante un censo ordenado por estos gobernantes.
César Augusto reinaba sobre todo el Imperio romano, y Quirino servía como una especie de miembro del gabinete del líder supremo. César exigía una determinada acción, y un hombre como Cirenio ejecutaba la orden. En este caso, nos dice Lucas, había que hacer un censo, lo que habría servido al César para evaluar su vasto poder y conseguir la máxima participación fiscal y militar de la población.
En el extremo opuesto del espectro, Lucas llama nuestra atención sobre José y María. Son todo lo que César y Quirino no son: pobres, impotentes, rurales, adoradores de Dios en lugar de ser adorados como dioses. Sin embargo, los dos se amaban, confiaban en Dios y aceptaron el llamado de Dios para sus vidas. Ahora, casi al final del embarazo de María, el censo exige que la pareja viaje a Belén.
José pertenecía a la familia de David, y David creció en los alrededores de Belén. Para el censo, todos tenían que regresar a la ciudad natal de su familia particular. Para cumplir la ley, José tuvo que llevar a María embarazada en un viaje de unos cien kilómetros desde Nazaret a Belén. Es una perspectiva aterradora, cuando se piensa en ello, con la posibilidad muy real de que pudiera dar a luz a Dios al lado de la carretera, lejos de cualquier médico, atención médica o ayuda de ningún tipo. Pero Dios, en su soberanía providencial, orquestó la historia para llevar a esta pareja de Nazaret a Belén, a fin de cumplir la profecía de Miqueas 5:2 sobre el lugar de nacimiento del Salvador.
A pesar de un largo viaje y de no tener otro lugar donde alojarse que un establo de animales, José y María llegan a Belén sanos y salvos, justo a tiempo para que nazca Jesús. El primer trono del Creador y Rey del Universo en la tierra es un comedero para animales. En este humilde gesto, sin embargo, vemos el poder soberano de Dios sobre los gobiernos y la historia. Dios organizó los detalles puestos en práctica por todos, desde los poderosos (César Augusto y Cirenio) hasta los impotentes (José y María), por no hablar de la infinidad de vidas y acontecimientos que condujeron hasta ese momento, para cumplir Su Palabra y demostrar Su Señorío sobre todo.
Reflexión:
Mirando hacia atrás, ¿cómo ha obrado Dios a través de encuentros y acontecimientos inesperados para orquestar Su plan para tu vida?
Escrituras
Acerca de este Plan
Cada Navidad, el mundo entero se detiene para celebrar el nacimiento de la persona más importante en la historia del mundo: ¡Jesucristo! En el devocional diario “El niño que es Señor”, estudiaremos los grandes detalles que rodean esta entrada de Dios en la historia de la humanidad, que cambió vidas, alteró la historia y salvó almas, tal como se registra en Lucas 1-2.
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Nos gustaría agradecer a Mark Driscoll por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://realfaith.com/