El niño que es SeñorEjemplo

El significado teológico del nacimiento de Jesús - Parte 1

Para describir el significado teológico del nacimiento de Jesús, a los teólogos les gusta utilizar una palabra: encarnación. Viene del latín y significa “en la carne”. La encarnación se refiere a la doctrina cristiana de que Dios, que es espíritu, tomó forma humana y vino como el Dios-hombre, el Señor Jesucristo.

El Evangelio de Juan describe bien la encarnación: “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios... El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros” (Juan 1:1, 14). El Verbo—el que estaba eternamente cara a cara con Dios Padre como segundo miembro de la Trinidad—se hizo hombre, el hombre Jesucristo. Eso es la encarnación. El segundo miembro de la Trinidad entró en la historia. El Creador entró en la creación. Dios, que es espiritual, tomó forma física. Por eso le llamamos Emmanuel, “Dios con nosotros”.

Me doy cuenta de que esto plantea una serie de preguntas.

1. ¿Se convirtió una persona en Dios?

No. Hay una diferencia entre que una persona se convierta en Dios y que Dios se convierta en una persona. Satanás mintió a Adán y Eva al decirles que esencialmente podían convertirse en Dios. Cualquier religión que afirme que las personas pueden convertirse en Dios es falsa. Eso incluye el mormonismo y también muchas religiones orientales y espiritualidades de la Nueva Era que enseñan la unidad con lo divino. No ascendemos hacia Dios—a través de la moralidad, la reencarnación, las buenas obras, el pago de nuestra deuda kármica, esforzándonos más, haciéndolo mejor—Dios desciende hacia nosotros. La doctrina de la encarnación no trata de una persona que se convirtió en Dios para mostrarnos cómo podemos ser semejantes a Dios. Se trata de cómo Dios se hizo persona humana porque nos ama y vino a rescatarnos.

2. ¿Jesús comenzó a existir en el momento de su nacimiento?

Algunas religiones enseñan que Jesús no es eternamente Dios, sino que es un ser creado que llegó a existir en un momento determinado. En Miqueas 5:2 y Juan 1, los orígenes de Jesús se extienden hasta la eternidad pasada, desde antes de la creación. Jesús no vino a la existencia en su nacimiento. El segundo miembro de la Trinidad eterna entró en la historia humana como el Dios-hombre Jesucristo. La Biblia es clara en que Jesús es nuestro Creador y no fue creado, diciendo de Jesús en Colosenses 1:16, “Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él.” El nacimiento de Jesús no fue su creación sino su entrada en Su creación.

3. ¿La encarnación es un concepto tomado de los paganos?

Si has tomado un curso de religión en la universidad, una de las cosas que probablemente te dijeron es que el cristianismo toma prestadas ideas como el nacimiento virginal de la mitología pagana. Esto es falso. Las Escrituras son anteriores a cualquiera de las mitologías en cuestión. Como vimos, la profecía de Isaías tiene lugar 700 años antes del nacimiento virginal; pero la primera alusión al nacimiento virginal de Jesús se remonta a Génesis 3:15, cuando la tierra sólo tenía dos personas. Después de que nuestros primeros padres pecaran contra Dios, éste prometió la venida de un salvador, nacido de una mujer; no se menciona a un padre. Esto es notable, porque el resto del Génesis es un libro patriarcal, que traza numerosas historias familiares a través de la línea masculina.

Además, los conceptos de la mitología pagana eran sólo eso: mitología. Ni siquiera los antiguos griegos trataban las hazañas de Zeus, Atenea y los diversos dioses y diosas como hechos verídicos. Estas historias se parecían más a Spiderman que a Nelson Mandela. La Biblia, sin embargo, se presenta como un hecho histórico evidenciado por el testimonio de testigos oculares. En realidad fueron los paganos que robaron su ficción de los hechos de la Biblia.

Reflexión:

¿Qué preguntas tienes todavía sobre la vida de Jesús? Pregunta a un amigo, estudia la Biblia, elige un buen libro para leer. Sobre todo, pídele al Espíritu Santo que te ayude a conocer, amar, obedecer y seguir a Jesús.