SumergirMuestra

La Luz del mundo

¿Alguna vez miraste a la luna? No me refiero a echarle un vistazo rápido; Me refiero a detenerme a mirarla y estudiarla. La luna puede ser extremadamente brillante en una noche, especialmente fuera de las luces de la ciudad. Como aprendimos en la clase de ciencias de primaria, la luna no genera ni una pizca de su luz. La luna ilumina la noche porque refleja la luz del sol que se ha sumergido debajo de nuestro horizonte occidental pero aún hace contacto con la superficie de la luna sobre nosotros.

Jesús nos dice en Mateo 5:14-16 que somos la luz del mundo. Somos como lámparas que se colocan en medio de cuartos oscuros. Cuando eso sucede, aportamos luz a toda la estancia. Si una habitación está a oscuras, una lámpara colocada en el centro tendrá un gran impacto. Al igual que la lámpara en un cuarto oscuro, debemos dejar que nuestras luces brillen frente a otras personas para que puedan ver y glorificar a Dios. Traer luz a la oscuridad es asombroso. Cambia lo que vemos y cómo lo vemos. Volvamos a la luna.

A veces la luna puede ser tan brillante que puedo ir a mi patio trasero y trabajar en cosas por la noche. La noche es oscura, pero la luna ilumina con una cantidad impresionante de luz nuestro mundo de abajo, tal como lo hace la lámpara en el cuarto oscuro. Así como esa luna crea cero luz pero refleja la luz del sol en un mundo oscuro debajo, nosotros también creamos cero luz por nuestra cuenta pero reflejamos la luz en un mundo oscuro que nos rodea. La luz que brillamos se refleja en Jesús. Cuando pasamos tiempo con él en oración y leyendo las Escrituras, cuando lo adoramos cantando y cuando servimos a los demás porque los amamos como nos amamos a nosotros mismos, nos convertimos en un objeto que está en el lugar correcto para reflejar la luz de Jesús. nuestro mundo que necesita luz.

En Efesios 5:14, Pablo cita al profeta Isaías: “Despierta, que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo brillará sobre ti”. No podemos reflejar a Jesús si no vivimos en una relación con Él, si estamos dormidos. Pero si estamos despiertos y caminamos al paso de Jesús, ¡podemos reflejar su luz en un mundo oscuro!

Reflexión:

Así como la luna tiene diferentes fases (llena, media, cuarto, nueva) y está en diferentes posiciones que no reflejan tanto la del sol, podemos encontrarnos en situaciones similares en nuestra relación con Jesús. ¿Sientes que estás en condiciones de reflejar la luz de Jesús al mundo que te rodea? ¿Cómo sales de tu posición para reflejar la luz de Jesús?

¿Dónde están los lugares oscuros a tu alrededor que podrían necesitar la luz de Jesús? ¿Cómo podrías reflejar a Jesús en ese espacio?

Ken Behrens

Director de Servicios Académicos de SNU