Navidad: Dios Con NosotrosMuestra
Regalos sabios
Escrito Por Danny Saavedra
“Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre, y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y presentaron como regalos: oro, incienso y mirra”—Mateo 2:11 (NVI).
Me encanta recibir regalos. Videojuegos, muñecos Funko, sables de luz, cascos de Mandalorian, hornos de pizza, máquinas de café expreso, gorras de béisbol y camisetas divertidas. ¡Los regalos son geniales! Pero honestamente, en esta etapa de mi vida, disfruto más dando regalos. Ningún regalo que he recibido en la edad adulta me ha hecho sentir como cuando era niño, pero cada vez que les doy a mis hijos un regalo que realmente quieren, me llena de alegría ver la emoción y la felicidad en sus rostros y escuchar: "¡Gracias! ¡Gracias, papi!".
Hoy continuamos con la visita de los Reyes Magos, los magos de oriente que vinieron a ver y adorar al Rey que había nacido, mientras consideramos las implicaciones de los tres regalos que trajeron para Jesús.
Oro
En la práctica, este regalo haría posible que la familia de Jesús se embarcara en una aventura. Todavía no lo sabían, pero Dios estaba a punto de llamarlos a mudarse a Egipto (Mateo 2:13), lo que sería un gasto que sobrepasaba los recursos de José y María. Pero Dios, sabiendo que esta necesidad vendría, proveyó el oro para hacer posible que ellos avanzaran en Su voluntad para sus vidas.
Sin embargo, más que eso, ¡este fue el regalo perfecto para un rey! Solo un regalo del mayor valor sería apropiado para el Rey de mayor autoridad, por esta razón le dieron a Jesús el regalo del oro. Al dar este regalo, los magos estaban haciendo una profunda declaración de que veían, aceptaban y se sometían a Jesús como el máximo poder y autoridad sobre la Tierra, como Aquel que sostenía el cetro del universo (Números 24:17) y que se sentaría en el trono para siempre (2 Samuel 7:13, 16). Su oro no era más que un débil reflejo de su valor incomparable, pero al mismo tiempo era lo más cercano que podían ofrecer para honrar su majestad y supremacía.
Incienso
Este regalo fragante tiene un significado precioso en la vida de Cristo que no podemos pasar por alto. La singularidad del incienso hizo que se vinculara a las actividades sacerdotales, ya que quemaban incienso como parte de sus deberes regulares. El incienso se quemaba en el tabernáculo y en el templo como representación de las oraciones del pueblo de Dios que ascendían a Él (Salmo 141:2). Este aroma servía como un punto de contacto sensorial entre el pueblo y su Dios. Entonces, al dar este regalo en particular, los magos estaban reconociendo que además de ser un rey, Él era un sacerdote, un sacerdote eterno, porque cuando Jesús murió en la cruz y ascendió al cielo, nunca dejaría de interceder por la humanidad en la presencia misma de Dios (Hebreos 7:25). Incluso en este mismo momento, casi dos mil años después de Su crucifixión, resurrección y ascensión, Jesús es el mediador que representa a Dios ante la humanidad y a la humanidad ante Dios: "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5 Reina Valera 1960).
Mirra
Al igual que con los regalos de oro e incienso, este regalo apunta a algo significativo acerca de Jesús. La mirra, una sustancia aromática utilizada con fines medicinales, podía aplicarse a heridas o incluso cadáveres para retardar el proceso de descomposición.
Mientras Jesús estaba siendo crucificado en la cruz, la mirra fue mezclada con vino y entregada a Jesús. Muy probablemente, los espectadores hicieron esto para sedarlo. Pero notemos cómo Jesús se negó a beberlo, no queriendo disminuir la severidad del dolor y el castigo por nuestro pecado. También hay otra mención de la mirra durante este tiempo que no podemos perdernos: "José de Arimatea… rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió…También Nicodemo… vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes… Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos." (Juan 19:38-40 Reina Valera 1960).
¿Puedes ver el significado de este regalo de mirra? Si el oro indica que Él es el Rey y si el incienso revela que Él es nuestro Sumo Sacerdote eterno, ¿a qué apunta la mirra? ¡Anticipa el hecho de que Él iba a sufrir y servir como nuestro sacrificio por nuestro pecado!
Al reflexionar sobre lo que significan estos regalos en relación con la Navidad y Aquel que celebramos en Navidad, ¡nunca olvidemos el regalo que recibimos en Navidad! Juan 3:16 nos dice que Dios dio a Su único Hijo para que todos los que creyeran recibieran el regalo de la vida eterna.
Pausa: ¿Por qué son tan importantes los regalos que dan los magos? ¿Qué nos dicen acerca de Jesús y Su obra?
Práctica: Damos regalos en Navidad porque los reyes magos le dieron regalos a Jesús, pero lo más importante es que la Navidad es el momento en que Dios nos dio el regalo más grande de todos los regalos: ¡Su Hijo! Hoy, mientras te preparas para celebrar este maravilloso día santo, reflexiona sobre el regalo de Dios que recibimos en Cristo Jesús.
Ora: Padre, gracias por el regalo de Cristo. Gracias por la Navidad, por enviar al Rey del Universo, al Sumo Sacerdote celestial y al Cordero de Dios que sería sacrificado para quitar los pecados del mundo. Gracias por Tu amor y gracia, por la paz y la alegría que experimentamos en Ti. Permíteme guardar la Navidad en mi corazón durante todo el año y recordar Tu maravilloso regalo. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
En este devocional de Adviento, veremos la historia de la Navidad, comenzando con Génesis hasta Mateo y Lucas 1 y 2, y exploraremos lo que significa que Jesús es Emanuel: "Dios con nosotros".
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Nos gustaría agradecer a Calvary Chapel Ft. Lauderdale por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://resources.calvaryftl.org/espanol