Misterio ProfundoMuestra

Tu tiempo

Hace unos años, mi hijo me regaló para el Día del Padre un reloj de arena. Pero en lugar de arena, este reloj está lleno de virutas de hierro. Cuando se les da la vuelta, las virutas caen sobre un imán escondido debajo de la base de madera y se magnetizan instantáneamente. A medida que caen, las virutas forman torres de hierro en miniatura, que crecen y colapsan repetidamente bajo la avalancha de material nuevo que fluye por el cuello.

Es fascinante verlo.

Desafortunadamente, en el interior hay una cantidad limitada de material. Finalmente, todas las virutas se detienen y el tiempo se acaba.

Cuando me encuentro con muy poco tiempo, mi respuesta habitual es intentar ser más eficiente y realizar tareas múltiples. La otra noche, me sorprendí monitoreando el clima en mi tableta, revisando el correo electrónico en mi teléfono y viendo televisión, todo mientras supuestamente pasaba tiempo con mi familia. Mi cuerpo estaba allí, pero mi mente estaba por todos lados.

Cuando Pablo dijo que debemos aprovechar al máximo nuestro tiempo, dudo que tuviera en mente la multitarea. Nuestro cónyuge no puede ser simplemente otra tarea a la que desviamos nuestra atención momentáneamente. Debemos aprender a darnos prioridad y atención centrada unos a otros.

Hebreos 13:4 dice: “Honroso sea en todos el matrimonio”.Cuando honramos algo, lo elevamos sobre otras cosas. Destaca el reloj de arena que me regaló mi hijo. Tiene su propio lugar en un estante de mi oficina, elevado arriba del desorden de mi escritorio.

Una cosa que hemos hecho en nuestra casa para ayudar a que nuestro matrimonio supere el desorden es compartir un café juntos todos los días. Es algo sencillo, pero que nos obliga a guardar los dispositivos electrónicos, mirarnos a los ojos y hablar. Si bien nuestras conversaciones no siempre son profundas, nuestra dedicación a ese momento sí lo es. A lo largo de los años, nuestros hijos han aprendido a no molestarnos mientras tomamos café, a menos que alguien esté sangrando.

Salmo 144:4 dice: “El hombre es como un soplo; sus días son como una sombra pasajera”. Ninguno de nosotros sabe cuánto tiempo nos queda en nuestro reloj de arena. Si a mi esposa se le acaba el tiempo antes que a mí, poco me importará lo que diga la última publicación del blog o qué nivel alcancé en un juego en mi teléfono. Esas cosas se olvidarán, pero el tiempo dedicado durante una taza de café nunca lo será.

¿Qué puedes hacer para elevar tu matrimonio sobre el desorden?

Orar: Señor, me distraigo fácilmente con cosas de menor importancia. Ayúdame a honrar mi matrimonio brindándole atención enfocada a mi cónyuge. En el nombre de Jesús, Amén.