Misterio ProfundoMuestra

Peligros ocultos

Hace unos años descubrí una pequeña mancha en el techo. Después de ignorarlo durante unos meses, decidí investigar. Toqué suavemente el área con el dedo y descubrí que el panel de yeso estaba suave.

Luego corté un pequeño agujero en el techo lo suficientemente grande como para meter una mano dentro y sentir alrededor. Cuando lo hice, mi mano apareció cubierta de un polvo extraño que no pude identificar. Al ampliar mi orificio de acceso para tener una mejor vista, pude descubrir la fuente del polvo... las termitas.

Cuando terminé de rastrear el camino de destrucción, había eliminado por completo el techo, las paredes y dos grandes secciones de la sala que estaba adyacente. Los pequeños bichos devoraron por completo tres vigas de soporte vertical y dañaron gravemente varias vigas que sostenían el segundo piso. Todo el dormitorio de mi hijo había estado en peligro de derrumbarse, no lo sabíamos. Lo único que había sido visible era una pequeña mancha de menos de una pulgada. Desde nuestro punto de vista todo parecía estar bien, pero por dentro nuestra casa se estaba desmoronando.

Los pecados ocultos en el matrimonio son similares. Pueden ser fáciles de pasarlo por alto. Tal vez sea un comentario sarcástico, un suspiro prolongado o una mirada vagaduosa. Cuestiones que, comparadas con las de nuestros amigos, pueden parecer pequeñas. Pero al igual que una pequeña mancha en un techo perfectamente blanco, puede haber algo más serio escondido debajo de la superficie. Ese comentario sarcástico podría ser una señal de falta de respeto. Ese suspiro podría estar ocultando un corazón descontento.

Es fácil convencernos de que mientras podamos mantener nuestros pecados ocultos, no pueden hacerle daño a nadie. Pero al igual que las termitas que destruyen lentamente un hogar, los pecados secretos nos destruyen desde adentro hacia afuera. Destruyen los cimientos mismos de la intimidad y la confianza para la unidad conyugal y es necesario abordarlos de inmediato.

En Efesios, Pablo nos dice cómo, pero su prescripción no es algo que nos gusta escuchar. Dice que debemos "exponerlos". Necesitamos tener el valor para romper la ilusión de salud, derribar la fachada y desenmascarar el pecado que se esconde debajo.

La próxima vez que vea que se está desarrollando una mancha en su matrimonio, pídale a Dios el valor para investigar más a fondo. Puede resultar complicado por un tiempo, pero es la única manera de garantizar que los pequeños problemas no se conviertan en más grandes.

Orar: Escudríñame, Dios, y conoce mi corazón; ponme a prueba y conoce mis pensamientos ansiosos. Mira si hay en mí algún camino ofensivo y guíame por el camino eterno. En el nombre de Jesús, Amén.