Misterio ProfundoMuestra

Sea amable

Habíamos estado planeando este día por más de un año, pero nada podría haberme preparado para el momento en que escuché el sonido de las trompetas resonando a través de la iglesia revestida de mármol. Había llegado el momento. No habría más planificación.

Después de lo que pareció una eternidad, las puertas de la iglesia se abrieron y mi amor comenzó a caminar lentamente por el pasillo, con sus ojos fijos en los míos.

"Sí, la acepto." En mi vida ninguna otras tres palabras han contenido tanta esperanza y promesa.

Cuando nos casamos, imaginamos que nuestra vida sería como la que se describe en Efesios 4:32. Una vida llena de bondad y ternura. Por la gracia de Dios ha sido cierto, pero algunos días han sido mucho más tiernos que otros.

Nuestras buenas intenciones y nuestra fuerza de voluntad sólo pueden llevarnos hasta cierto punto. A través de los años la novedad del matrimonio desaparece, los factores estresantes de la vida se acumulan y nuestro egoísmo natural empieza a emerger. Poco a poco empezamos a darnos cuenta de que la persona con la que nos casamos no es tan perfecta como pensábamos, y nosotros tampoco.

Entonces, ¿cómo se puede mantener la bondad y la ternura cuando hay poco tiempo y mucho estrés?

Por nuestra propia fuerza, es imposible. Sin embargo, Dios nos ofrece el poder de hacer lo que nunca podríamos hacer por nuestra cuenta. A través de Cristo, podemos aprender a ver a nuestro cónyuge de manera diferente. Los comportamientos que anteriormente generaron ira, ahora pueden inspirar compasión. Un matrimonio que alguna vez solo era para mi felicidad puede usarse para impactar a miles.

Es un misterio profundo, pero a través de Cristo lo imposible puede hacerse posible.

Durante los próximos 15 días, estudiaremos cada versículo del quinto capítulo de Efesios para ver cómo se aplica al matrimonio. Mientras tanto, te invito a que mires lo que dicen las Escrituras sobre ti y tu relación con Dios. Después de haber pasado algún tiempo en oración, habla con tu cónyuge sobre lo que Dios te ha revelado.

A medida que tu relación con Dios se profundice, su ternura se hará más evidente.

Orar: Padre nuestro, al principio de casarnos, era fácil imaginar una vida llena de ternura. Confieso que no estoy a la altura de mis propias expectativas. Mis palabras y acciones han sido, en ocasiones, egoístas y crueles. Por favor, perdóname. Muéstrame a través de esta serie cómo reemplazar mi versión defectuosa del amor por la tuya. Abre los ojos de mi corazón para poder percibir el misterio de todo lo que nuestro matrimonio puede ser. En el nombre de Jesús, Amén.