Misterio ProfundoMuestra

Espíritu agradecido

Tenía la intención de lavar todos los platos en el fregadero, pero después de lavar las dos sartenes grandes me distraje. Más tarde esa noche, acostados en la cama, mi esposa se volvió hacia mí y me dijo: "Acerca de los platos..."

¡Uh, oh! Pensé. ¡Me olvidé por completo de terminarlos! Mi mente inmediatamente comenzó a correr. ¿Qué había estado haciendo? ¿Por qué me había distraído? Necesitaba encontrar una excusa, rápido.

Apenas había comenzado a formar mi defensa cuando ella dijo: “Gracias por limpiar los sartenes grandes. Son pesados ​​y realmente aprecio que los hayas limpiado”.

Mi boca se abrió, pero no salieron palabras.

En el matrimonio, un espíritu de acción de gracias puede marcar una gran diferencia. En lo que más te concentras es en lo que más notarás.

Si das gracias por los esfuerzos de provisión de tu cónyuge, entonces comenzarás a notar los esfuerzos de provisión que alguna vez pasaste por alto. Si das gracias por los esfuerzos de tu cónyuge en la limpieza, comenzarás a notar ejemplos que nunca antes habías visto.

Concentrarse en lo negativo puede tener el efecto contrario. Cuanto más nos quejamos, más pruebas encontramos para justificar nuestras quejas. Esto genera decepción y amargura y, a menudo, se manifiesta en forma de chistes groseros, maldiciones, insultos y sarcasmos.

Lamentablemente, no siempre es fácil concentrarse en lo positivo.

Mi esposa y yo tenemos diferentes maneras de ver el tiempo. Para mí, 15 minutos antes es llegar a tiempo. Para ella, dos o tres minutos de retraso no es gran cosa. Esto ha causado mucha fricción en nuestro matrimonio a través de los años.

Un día, sentado en mi auto, me enojé porque ella no estaba lista. Me di cuenta de que debía cambiar mi enfoque. Comencé a orar por mi esposa y agradecerle a Dios por hacerla la compañera perfecta para mí. Mientras lo hacía, comencé a darme cuenta de por qué suele llegar tarde. Dios le ha dado un deseo profundo de cuidar de las necesidades de los demás. Mientras estaba sentado en mi auto juzgándola, ella me estaba preparando una bolsa con bocadillos porque ella pensó que yo lo iba a necesitar mientras estábamos haciendo diligencias.

Por mi cuenta, nunca me habría dado cuenta de esto. Pero al aprovechar el misterioso poder de Dios, pude apreciar su consideración.

La próxima vez que desee quejarse de su cónyuge, intente agradecer a Dios por su cónyuge. Es posible que se sorprenda con la calidades que Dios le permite observar.

Orar: Señor, confieso que muchas veces me quejo más rápido de lo que agradezco. Ayúdame a apreciar a mi cónyuge como Tu regalo perfecto para mí. En el nombre de Jesús, Amén.