Conforme al Corazón de DiosMuestra

Un corazón audaz

Un corazón audaz es osado e incluso atrevido al orar o al ejecutar algunas acciones. Veamos los siguientes ejemplos:

MUJERES QUE HICIERON HISTORIA

Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa eran hijas de Zelofehad, un descendiente de Manasés, el hijo de José. Un día ellas se presentaron ante Moisés, el sacerdote Eleazar y toda la comunidad, a la entrada del tabernáculo:

(Números 27:3-4 NTV)

Aunque la petición de estas mujeres era fuera de lo común (recordemos que en esa época ellas no eran tomadas en cuenta por la sociedad patriarcal y machista ni tampoco heredaban ninguna propiedad), Moisés presentó el caso al Señor. Y Él contestó así:

(Números 27:7-10 NTV) (Josué 17:4 NTV)

La osadía de estas hermanas no sólo les permitió tener tierra para ellas y sus descendientes, también cambió las leyes de herencia en Israel a favor de las mujeres.

UN CONQUISTADOR QUE ORÓ INTRÉPIDAMENTE

Los habitantes de Gabaón se enteraron de la destrucción de Jericó y de Hai a manos de los israelitas. Entonces recurrieron al engaño para salvar sus vidas, porque tenían mucho miedo de ellos. ¡Así lograron un tratado de paz! Y aunque después los israelitas descubrieron esa mentira, no pudieron tocarlos porque hicieron un juramento en presencia del Señor (Josué 9:3-27).

Cuando Adonisedec, rey de Jerusalén, escuchó que los gabaonitas hicieron la paz con los israelitas y que eran sus aliados, decidió atacarlos. Para ello convocó a los reyes de Hebrón, de Jarmut, de Laquis y de Eglón. Por eso, los hombres de Gabaón pidieron ayuda a Josué y él marchó a rescatarlos (Josué 10:1-9).

En esa ocasión el Señor intervino en la batalla. Primero llenó de pánico a los amorreos y, luego, los destruyó mediante una terrible tormenta de granizo (v. 10-11).

Josué, delante de todos, elevó una oración realmente intrépida. ¡Y Dios lo escuchó y atendió su petición!

TALLER DE VIDA

1. En alguna ocasión, ¿actuaste audazmente? ¿Qué conseguiste?

2. Cuando Dios accedió a la petición de las hijas de Zelofehad, ¿qué estaba enseñándole al pueblo?

3. ¿Experimentaste que el Señor intervino a tu favor? ¿Cómo lo hizo y por qué?

ORACIÓN

· Para que los hijos de Dios aprendamos a hacer oraciones intrépidas guiadas por el Espíritu Santo.

SAMUEL: UN JUEZ, SACERDOTE Y PROFETA MUY OSADO

En su discurso de despedida Samuel le dijo al pueblo que testifiquen en su contra si él hizo algo indebido para corregirlo (1 Samuel 12:3). Luego les recordó cómo, en el pasado, ellos fueron rescatados por el Señor muchas veces (v. 6-11). Después les demostró que hicieron mal al pedir un rey:

(v. 17-18 NTV)

En seguida Samuel convocó al pueblo a:

a. Adorar al Señor con todo el corazón (v. 20).

b. No darle la espalda a Dios (v. 20).

c. No rendir culto a ídolos (v. 21).

d. Temer al Señor y servirlo fielmente (v. 24).

Por último, Samuel decidió continuar con su llamado:

“En cuanto a mí, ciertamente no pecaré contra el SEÑOR al dejar de orar por ustedes. Y seguiré enseñándoles lo que es bueno y correcto” (v. 23).

EJERCIENDO EL MINISTERIO EN PLENA OPOSICIÓN

Elías fue uno de los profetas más grandes de Israel. Él desarrolló su ministerio en el Reino del Norte y dedicó su vida a luchar contra la idolatría de los israelitas liderizados por los malvados reyes Acab y Jezabel.

Pero la audacia de Elías no sólo se demostró en esa ocasión. También a los 3 años, cuando el profeta desafió al mismo rey Acab y al pueblo:

(1 Reyes 18:19-21 NTV)

Elías propuso una prueba. Les dijo que los sacerdotes de Baal escogieran un toro, lo cortaran en pedazos y lo pusieran sobre la leña de su altar. Elías haría lo mismo, pero sobre el altar de Jehová.

Después ellos invocarían el nombre de su dios y Elías el nombre del Señor. El Dios que enviara fuego sobre la madera era el Dios verdadero.

Primero fue el turno de los sacerdotes de Baal. Pero no obtuvieron ninguna respuesta.

Luego Elías reparó el altar del Señor que estaba derrumbado (v. 30).

Elías no disfrutó una vida placentera. Tuvo que confrontar a los reyes de Israel y al pueblo por sus pecados. Sin embargo, fue un profeta con un corazón audaz mientras escuchó y obedeció a Dios.

TALLER DE VIDA

1. Nadie pudo reclamarle a Samuel por hacer algo indebido. Y en tu caso, ¿“tienes cola que te pisen”?

2. Como Elías, ¿enfrentas oposición en tu familia o en tu trabajo o en el desarrollo de tu ministerio? ¿Qué sucede?

3. Elías le reclama al pueblo su indecisión. Al respecto, ¿qué diría Dios de ti? ¿Te mantienes firme en tu elección por Él?

4. Antes de preparar la ofrenda, Elías reparó el altar del Señor. ¿Qué enseñanza hay para ti en esa acción?

5. Elías era un siervo de Dios porque obedecía sus órdenes. Y tú, ¿te consideras su siervo? ¿Cómo lo demuestras?

ORACIÓN

· Para que el Señor ponga corazones audaces en sus hijos. Así sus palabras y acciones le darán la gloria a Él.