Construyendo el mérito de ser seguidoMuestra
Ser ejemplo en pureza
En este caso se está refiriendo a la santidad con que debe conducirse el líder. Implica la completa conformidad, en pensamiento y acción, a la ley moral de Dios. El creyente, en general, y los líderes espirituales, en especial dado su impacto sobre otros, son llamados a vivir en santidad. Como cristianos e hijos de Dios, somos llamados por Dios a vivir una vida de santidad, así lo demanda Dios: SED SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO (1 Pedro 1:16).
Ahora, la santidad es tanto un llamado como un requisito en el andar cristiano. Ahora bien, el procurar la santificación no debe verse como un simple acto de obediencia externa, consecuencia de una vida de disciplina. No es un tomar de nosotros mismos, sino de Cristo. El proceso de crecimiento en la santidad se inicia con reconocer nuestra posición de santos en Cristo, pero requiere para su desarrollo una intencionalidad; una decisión personal. Esta decisión personal se resume en Efesios 4:24: Despojarse del viejo hombre (Efesios 4:22) y al vestirse del nuevo hombre (Efesios 4:24). Esto implica un cambio en la conducta, que implica dejar de hacer cosas que corresponden a la vida vieja, y comenzar a hacer cosas que corresponden a la nueva vida en Cristo.
Esto implica una lucha contra el pecado. Y la batalla más grande contra el pecado no es la tentación; son nuestros deseos y concupiscencia. Por eso es importante cuidar los deseos, pensamientos del corazón.
Especial importancia juega en el líder la moralidad sexual. La inmoralidad sexual es la causa por la cual muchos líderes han perdido sus ministerios. El líder debe cuidar su conducta moral, es decir cuidar su mente en cuanto a los deseos, obras y pasiones de la carne.
El área sexual representa uno de los mayores riesgos en los líderes espirituales. Por eso las Escrituras exhorta a los líderes a ser “… sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo (Tito 1:8). Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio…” (1 Timoteo 3:2)
Por eso el apóstol Pablo exhorta al joven líder Timoteo: Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor (2 Timoteo 2:22). Asimismo, le amonesta a “exhortar a las hermanas con toda pureza” (1 Timoteo 5:2).
Escrituras
Acerca de este Plan
El liderazgo es influencia. La influencia se deriva de la confianza que depositan los seguidores en el líder. La confianza deriva de la confiabilidad del líder, y esta última deriva de su integridad de carácter. Los líderes necesitan desarrollar el carácter y la conducta que invite a ser seguido e imitado.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/