Construyendo el mérito de ser seguidoMuestra

Ser ejemplo en fe

En este pasaje fe se traduce por fidelidad y compromiso fiel. Se refiere a la lealtad para servir a otro y cumplir nuestras responsabilidades, deberes y obligaciones para con otros. Lealtad a Dios, a nuestras familias, a nuestras autoridades, al llamado. Ser fiel, en el lenguaje bíblico, es actuar con responsabilidad, diligencia y apego a las normas y valores de Dios.

El líder manifiesta fidelidad al ministerio que se le ha delegado (2 Timoteo 4:5) y en el ejercicio de los dones que se le ha conferido.

Fidelidad en el servicio dado a Dios

Tal vez el área donde más se necesita evidenciar la fidelidad en el servicio a Dios. Cada creyente ha recibido de Dios dones para servir en la obra de Dios. Y Dios espera fruto de los dones conferidos, ejercidos con fidelidad.

Dios concede oportunidades, de acuerdo a la habilidad y fidelidad para hacer uso de ellas. Cada persona tiene la misma oportunidad de ser fiel en el uso de los dones que Dios le ha dado. Por otra parte, seremos juzgados por nuestra fidelidad en producir fruto, no por el número de dones o el tamaño de la obra asignada. La vara que Dios usa para medir nuestro desempeño se llama fidelidad.

En el medio religioso, generalmente, se define fidelidad en términos de creencia. Pensamos que al mantener las creencias ortodoxas estamos cumpliendo el mandato de Jesús de ser fieles. Y eso es necesario. Pero fidelidad en el contexto de 2 Timoteo 4:12, se refiere no sólo a la adherencia a las creencias, sino a los comportamientos y actos de obediencia, es decir, estar dispuestos a realizar sin dilación el trabajo encomendado.

El ejemplo más claro de esta verdad es la parábola de los talentos de Mateo 25:14-30. Los dos hombres que duplicaron los talentos que su amo les había dado fueron llamados “siervos buenos y files”. En otras palabras, ellos probaron su fidelidad cumpliendo con las obligaciones delegadas.