CÁNTICOS DE REFLEXIÓNMuestra
Salmo 29:1-11
Cada ser humano está especialmente obligado a honrar y adorar a Dios; pero, muy pocos intentan adorarlo y muchos menos en la hermosura de la santidad (v.2). Cuando vamos a Él como el Redentor de pecadores, en arrepentimiento, fe y amor, Él acepta nuestros defectos, perdona el pecado que nos alcanza y aprueba la medida de santidad que el Espíritu Santo nos capacita para ejercer como hijos. La naturaleza de la adoración; es tributar al Señor la gloria debida a Su nombre. Debemos ser santos en toda nuestra manera de vivir, consagrados a Dios y a Su voluntad y gloria. Hay belleza en la santidad y esta embellece todos los actos de adoración. Una adoración sin santidad es como un jarrón sin flores.
De ahí que el salmista establece el dominio de Dios en el reino de la naturaleza. Podemos ver y oír Su gloria en el trueno, en el rayo y en la tormenta. El salmista describe el poder de la gloria en la voz de Dios escuchada a través de los fenómenos de ellos. El salmista dice: Voz de Dios sobre los cedros y los quebranta, voz de Jehová que derrama llamas de fuego, voz de Jehová que hace temblar el desierto. Voz de Dios sobre los montes y los hace saltar.
Necesitamos que nuestros corazones sean por ello llenos con pensamientos grandiosos, elevados, honrosos y con una santa adoración para quien es tan importante en poder, tanto como en piedad. La Palabra nos confirma desde el Génesis que todo comienza con la voz de Dios… Voz de Dios sobre las tinieblas y surge luz, voz de Dios sobre las aguas y surgen mares, voz de Dios sobre la tierra y surgen plantas, voz de Dios sobre los cielos y surgen aves…
¡Oh, Señor, Dios nuestro, Tú eres muy grande!
El efecto sobre la naturaleza causado por el poder divino de Su voz debe recordarnos la debilidad del hombre y la condición indefensa y desesperada del malo en el día del juicio. Ante el poder de la Palabra, los más fuertes tiemblan, los más orgullosos son derribados, los secretos del corazón salen a luz, los pecadores se convierten, el salvaje, sensual e inmundo se vuelve inofensivo, amable y puro.
Reflexionemos
Si has oído la voz de Dios y has huído, recuerda que los hijos no tienen que temer la voz de Su Padre, cuando Él habla enojado a sus enemigos. ¿Eres su hijo o no? Mientras tiemblan los que no tienen refugio, tu bendícele por la seguridad de poder permanecer en el refugio que Él señaló, esperando sin desmayar el día del juicio, seguros como Noé en el arca porque… Jehová preside en el diluvio (v.10) y …Jehová bendecirá a Su pueblo con paz. (v.11).
Escrituras
Acerca de este Plan
¿A quién no le gusta entonar una canción? Ya sea, en el auto, la ducha, mientras realizas tus quehaceres y demás, la música es parte de nuestro diario vivir. Sin embargo, hay una gran diferencia entre entonar alabanzas y reflexionar en ellas. El salmista David sí que entonó alabanzas a todas horas y en toda circunstancia. La pastora Glenda Liz Amador nos invita a reflexionar en veintiuno de sus Salmos; cánticos de reflexión plasmados en las Sagradas Escrituras.
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Nos gustaría agradecer a Iglesia Tabernáculo de Evangelización por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.iglesiatde.today/