Inmune Al Temor – Semana 3Muestra
El plan de Dios para su salud
A menudo damos por hecho el tener salud; ¡hasta que algo la amenaza! Desgraciadamente, muchas personas están pasando por una enfermedad o experimentando algún tipo de dolencia, pero eso nunca fue idea de Dios. El Evangelio de Jesucristo es el plan nacional de salud para todas las naciones de la tierra, y la Biblia es el manual de consulta. Alguien dijo que Dios diseñó nuestros cuerpos para que, si los cuidamos, ¡duren toda una vida! La primera página de la Biblia dice: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Génesis 1:31). La última página dice: “ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor” (Apocalipsis 21:4). Las cosas empezaron muy bien y terminarán de la misma forma.
El plan del Señor para usted desde el principio de los tiempos es “que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 1:2). La enfermedad en el mundo que Dios creó es como las malas hierbas que crecen entre el trigo. Pero no se confunda: Dios no sembró las malas hierbas. “Esto es obra de un enemigo” (Mateo 13:28, NVI). El Padre envió a Jesús, quien “anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38). Fue la protesta del Creador contra el sabotaje que el diablo había hecho de Su obra. “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
Dios dejó en la naturaleza remedios que la investigación médica sigue encontrando. Pero el Dios que sana naturalmente ¡también lo hace sobrenaturalmente! La Biblia es clara al afirmar que la enfermedad no es la voluntad de Dios, a la vez que le da todo el mérito de las sanidades a Él. Hoy día, la mano de Dios toca a muchas más personas de las que la mayoría piensa, y en todo el mundo se producen abundantes sanidades sobrenaturales cada año, demostrando que “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8).
Se ha dicho que la Biblia contiene no solo las “palabras” de Dios, sino también la “Palabra” de Dios: Sus promesas sinceras y solemnes. Aunque no tenía por qué dejar por escrito ese acuerdo con la humanidad, cuando nos dio Su “Palabra” inmortalizó Sus promesas al escribirlas. Es interesante que los dos términos que se utilizan para identificar las secciones antigua y nueva de nuestra Biblia, “pacto” y “testamento”, son términos legales que, en este caso, se refieren a un acuerdo vinculante entre el Rey de reyes (que gobierna el universo) y la humanidad, que es su creación. Sea o no legalmente vinculante, cuando Dios da Su Palabra, puede confiar en ella porque es inquebrantable. ¡Él siente lo que dice y dice lo que siente! Sea cual sea su postura acerca del pacto de sanidad, la realidad de que es una promesa bíblica y un mandato para Su pueblo no se puede negar.
En su sabiduría, amor y tierna misericordia, Dios se acerca para sanar por completo a las personas: a aquellas con corazones quebrados y a aquellas con cuerpos quebrados. ¡Que esto le sirva de ánimo! Cuando Dios da Su palabra y hace una promesa… puede confiar en Él. ¡No hay nada que temer porque Sus planes para usted son de bien! “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11).
Escrituras
Acerca de este Plan
A menudo damos por hecho el tener salud; ¡hasta que algo la amenaza! Desgraciadamente, muchas personas están pasando por una enfermedad o experimentando algún tipo de dolencia, pero eso nunca fue idea de Dios. El evangelio de Jesucristo es el plan nacional de salud para todas las naciones de la tierra, y la Biblia es el manual de consulta.
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Nos gustaría agradecer a CfaN Christ For All Nations por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: http://www.cfanlatino.org/