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En el principio: Un estudio en Génesis 37-50Muestra

En el principio: Un estudio en Génesis 37-50

DÍA 8 DE 11

¿Cuál es la bendición de dar?

Hay alrededor de 800 versículos en la Biblia que hablan de tus riquezas, finanzas, cartera y/o activos. Alrededor del 25% de las veces que Jesús habla, lo hace sobre la riqueza o la mayordomía. Estos temas se muestran en la vida de José, quien pasó toda su vida como administrador. Primero, fue el administrador de la casa de Potifar, luego administró una prisión, y después toda la nación de Egipto.

Lucas 16:10 dice: “El que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho”. José demostró que se le podía confiar una pequeña finca y una pequeña prisión antes de que Dios le confiara un enorme imperio y todo el futuro de Israel. El principio aquí es que a menudo queremos que Dios nos dé el escritorio más grande en la oficina con vista exterior y con un título de alto rango en nuestra descripción de trabajo, pero tal vez Dios va a empezar en las prácticas interinas o en la recepción para ver cómo administramos lo poco. Empieza por administrar bien las cosas pequeñas y espera a que Dios te dé oportunidades más grandes.

En esta escena, vemos los efectos tanto de la bendición de Dios sobre el Faraón y Egipto a causa de José, como de los sabios negocios de José, que hicieron al Faraón sumamente rico durante los siete años de hambruna. En esto, vemos que Dios realmente bendice a su pueblo del pacto y bendice a los que lo bendicen.

Durante este tiempo, se nos dice que la familia de Jacob, que contaba con 70 personas al llegar a Egipto, fue creciendo. Esto también se debía a la bendición del pacto de Dios que incluía muchos hijos como una de sus bendiciones.

Tanto en la bendición próspera del Faraón como en la de los hermanos de José, presenciamos claramente la fidelidad de Dios a sus promesas del pacto. Además, somos testigos de la generosidad de Su gracia, ya que ni el impío Faraón, que se creía un dios, ni los hermanos, que habían pecado enormemente contra Dios y contra su padre y José, merecían la generosidad que Dios les había dado.

La oportunidad que tiene José ahora es la de dirigir tanto a una nación como a su familia a través de una crisis. Todavía hay una hambruna sucediendo en la región, pero debido a la interpretación profética de José, así como su planificación estratégica, el gobierno egipcio tiene un excedente de alimentos y se encuentran bien. Debido a que José ahorró durante los años de abundancia, ahora cuando llega una crisis, no sólo está protegido de la crisis, sino que tiene una gran oportunidad financiera. Los almacenes de alimentos de Egipto se convierten en un tremendo generador de ingresos para el faraón. Con el tiempo, la gente se queda sin dinero para comprar alimentos, así que empiezan a comerciar con el ganado y, finalmente, con la propia tierra en la que viven y luego incluso con sus propios cuerpos para trabajarla.

Hay un principio financiero importante que podemos aprender de José. El hecho de que los tiempos sean fáciles y tengas un superávit–quizás recibas un aumento de sueldo o una bonificación–no significa que tu nivel de vida deba aumentar. Es muy sabio ahorrar dinero, invertirlo o ahorrarlo de alguna manera cuando los tiempos son buenos, para estar bien cuando los tiempos son malos.

Además, una recesión económica también conlleva una oportunidad. Piensa en la crisis financiera de 2007-2008, cuando el precio de las acciones y de los inmuebles se desplomó. Los que tenían grandes ahorros no sólo pudieron sobrevivir, sino que hicieron inversiones a precios muy bajos para el futuro. Tu perderás estas oportunidades si no vives por debajo de tus posibilidades cuando los tiempos son fáciles o buenos.

En el otro extremo de las cosas, hay otro principio que hay que extraer: las personas pierden de vista las consecuencias a largo plazo de sus decisiones cuando están en crisis. Imagínate que estás tan desesperado y no tienes claro tu futuro que vendes la tierra en la que tu familia ha vivido durante generaciones, y luego vendes a tu propia familia al gobierno como sirvientes sólo por un poco de pan. La mayoría de nosotros no puede imaginar este tipo de pobreza. Como cristianos, sabiendo que hay un Dios por encima del futuro y que nos ama, deberíamos ser más sabios y cuidadosos al tomar decisiones en tiempos de crisis. La gente en Egipto no tenía muchas opciones; hacer el trato o morir de hambre. En nuestras vidas, es casi completamente improbable que nuestras circunstancias lleguen a ser tan extremas.

José compra toda la tierra de Egipto para el faraón, y compra a toda la gente para que siga trabajando y cultivando la tierra. Además, establece una nueva tasa de impuestos fija, de modo que las cosechas que el pueblo cultiva beneficiarán al gobierno, pero aún quedará mucho para alimentar a las familias que las cultivan. José diseña esta legislación de forma que honra al pueblo y respeta los bienes de su jefe, el faraón.

Hay muchos paralelismos entre José y Jesús, y más de ellos se revelan en este pasaje. La gente del país está hambrienta, destinada a la destrucción, y José es el único que puede tender un puente entre los recursos del reino y la impotencia del pueblo. Sin embargo, hay una gran diferencia entre el reino de Egipto y el reino de los cielos. El Faraón ofrecía un trato: la salvación a cambio de su libertad y del 20% de sus posesiones, para el resto de su vida.

Jesús viene a nosotros no con un contrato de obras, sino con un pacto de gracia. Jesús nos ofrece la salvación a cambio de nada, sin tener que pagarla ni trabajar por ella. Jesús tiende un puente entre los recursos del reino de los cielos y la impotencia de todos los que acuden a Él.

Por último, con Jacob ahora en Egipto y la familia del pacto de Dios creciendo en número, la mano providencial de Dios preparó el camino para cumplir la profecía que Dios había dado a Abraham. En Génesis 15:12-14, Dios había prometido previamente a Abraham que sus descendientes pasarían 400 años esclavizados en Egipto antes de que Dios los liberará como una gran nación. Todas las profecías dadas por Dios a Abraham están en proceso de cumplirse en el Génesis, lo que prepara el escenario para el libro del Éxodo. El libro del Éxodo es la continuación del Génesis y también está escrito por Moisés. Dios llevó a la familia a Egipto a través de José y la hambruna. Esta pequeña familia que comienza a aumentar en Génesis 47:27 es una nación de unos cuantos millones de personas unos 400 años más tarde cuando Dios derrotó completamente al Faraón de ese tiempo por maltratar a su pueblo del pacto. Este castigo era conforme a Su promesa a Abraham de no sólo bendecir a los que bendijeran a Su pueblo, sino también maldecir a los que lo maldijeran.

Conociendo la promesa de Dios a su abuelo Abraham en Génesis 15 y confiando en que ocurriría lo que Dios dijo con fe, Israel llamó a su hijo José a su lado. Israel hizo prometer a José que no dejaría sus huesos en Egipto, sino que los llevaría de vuelta a la tierra que Dios había prometido a Abraham, Isaac y Jacob, y lo enterraría allí con los demás patriarcas. José aceptó y el anciano adoró a Dios con fe, como un hombre completamente transformado por la gracia de Dios, del impío embaucador que había sido en sus años de juventud.

Hoy, los huesos de Israel yacen en la Tierra Prometida como él deseaba junto con los otros patriarcas. Un día Abraham, Isaac y Jacob resucitarán juntos y verán a Jesucristo cara a cara con todos nosotros que, por la fe, somos la descendencia que se les prometió a través del pacto de gracia de Dios.

Preguntas:

¿Qué te dice este pasaje acerca de honrar al gobierno?

¿Cuál es el significado de que José establezca un impuesto fijo en este pasaje?

Día 7Día 9

Acerca de este Plan

En el principio: Un estudio en Génesis 37-50

En este plan de 11 días, estudiarás Génesis 37-50, que te llevará a través de la vida de Jacob y sus 12 hijos, quienes se convirtieron en las 12 tribus de Israel. Estos capítulos destacan la vida de uno de ellos, José, y su trayectoria de sufrimiento y perdón. Esperamos que aprendas la importancia de confiar en Dios en tiempos difíciles y a perdonar a quienes te lastiman o decepcionan.

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Nos gustaría agradecer a Mark Driscoll por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://realfaith.com/