En el principio: Un estudio en Génesis 37-50Muestra

¿Cómo puedes sanar de las relaciones dolorosas?

Hay tres tipos de relaciones en la vida de todos: positivas, neutras y negativas. Las relaciones positivas de José son con su padre y con el faraón. Añaden valor, alivian las cargas; son una bendición. Las relaciones neutras de José son con la mayoría de sus compañeros de trabajo. Son relaciones funcionales, a menudo profesionales, y no dan ni quitan mucho.

José tiene relaciones negativas con sus hermanos, la mujer de Potifar y el copero. Son relaciones unidireccionales; toman más de lo que dan, son dañinas, inseguras e hirientes. Todos podemos identificar estas tres relaciones en nuestras propias vidas. Lo que podemos aprender de José es cómo una relación con Dios debería afectar a estas relaciones con la gente.

José ha estado poniendo a prueba a sus hermanos para ver si han cambiado o no para determinar qué tipo de relación puede tener con ellos. Continúa con esta prueba escondiendo objetos de valor entre las pertenencias de Benjamín para inculparlo del robo y ver cómo actuarán sus hermanos. Quiere ver cómo tratan al nuevo hijo favorito de Jacob. Una vez intentaron destruir su vida, y ahora que está casado, con una familia y la nación de Egipto dependiendo de su liderazgo, tienen que demostrar que son dignos de confianza antes de que les revele quién es y reconcilie su relación con ellos.

El futuro de toda una nación depende del liderazgo de José. Podemos aprender de su sabiduría que nuestro ministerio y nuestro destino dado por Dios es más importante que nuestra familia biológica. Si nuestras familias extendidas no se someten a la voluntad de Dios, entonces necesitamos honrar las prioridades correctas en nuestra vida y colocar al Señor por delante de ellas. Desafortunadamente, muchas veces nuestras familias biológicas pueden llegar a ser relaciones negativas o malignas, en ese momento pueden actuar en contra del destino de Dios o alejarnos de nuestro ministerio. Jesús dijo en Lucas 14:26 que no podemos ser Sus discípulos a menos que estemos dispuestos a hacer que Su llamado sea más importante que incluso nuestros propios padres y madres.

Aunque José no confía inmediatamente en sus hermanos, ya los ha perdonado. Podemos perdonar a las personas con o sin sus disculpas, incluso con o sin su presencia. Esto se debe a que el perdón es en gran medida entre nosotros y Dios. La confianza, en cambio, requiere la participación de la otra persona. José ha perdonado, y porque ha perdonado puede ofrecer amor y generosidad libremente, pero tiene un destino y una responsabilidad demasiado grandes como para entregar la confianza tan fácilmente. El perdón es un deber, la confianza es un tal vez.

José les dice a sus hermanos que Benjamín se quedará como su esclavo y que los hermanos deben irse. Judá pide una audiencia privada con José para rogarle que tenga piedad; le dice que la pérdida de Benjamín matará a su padre, y no pueden soportar que eso ocurra. Judá, que antes era un desastre de hombre sin ningún sentido del bien y del mal, se ofrece ahora para sustituir a Benjamín. Por amor desinteresado a su padre y a su hermano, Judá sacrificará su vida para que su hermano pueda volver a casa con su padre. Se puede ver esto como una pequeña imagen de la sustitución de Jesucristo, quien vendrá de la descendencia de Judá.

Cuando José ve cómo Dios ha obrado en la vida de su anteriormente malvado hermano, José se desborda emocionalmente. Llora tan fuerte que la casa del Faraón puede oírlo. Confiesa su verdadera identidad a sus hermanos, y una de las primeras cosas que hace es liberarlos de su culpa. Les cuenta cómo Dios ha utilizado para bien lo que ellos hicieron. Tiene la oportunidad de descargar 22 años de amargura sobre ellos, y en su lugar decide quitarles inmediatamente la carga de su culpa. La primera pregunta de José fue si su amado padre Jacob/Israel seguía vivo. Es comprensible que los hermanos estuvieran aturdidos y aterrorizados, ya que no sabían si José les perdonaría o vengaría su pecado contra él. Entonces José les habló amablemente con palabras pastorales que son tan entrañables como cualquiera de las que se pronuncian en las Escrituras. José no sólo los perdonó, sino que también les indicó que no se enfadaran con ellos mismos porque Dios había utilizado su pecado para cumplir su voluntad. Además, José expresó la alegría que sentía por poder compartir ahora la bendición de Dios con ellos, dándoles una gran riqueza en medio del hambre y una gran tierra en la que prosperar y vivir bajo las bendiciones del Dios de la gracia que había bendecido a José para que fuera una bendición para los demás según las promesas de Su pacto.

José abrazó entonces a sus hermanos y lloró de alegría antes de enviarlos a casa para recuperar a su padre, Jacob, con quien aún anhelaba reunirse. El desprevenido Jacob se quedó en casa creyendo que José llevaba muchos años muerto y probablemente preocupado por la posibilidad de perder otro hijo, en particular Benjamín, en el largo viaje de sus hijos a Egipto.

Dios le dio a Judá otra oportunidad para ser probado. Tal vez sentimos que estamos descalificados del destino que Dios tiene para nosotros por cosas malas que hemos hecho en nuestro pasado. Jesús se alegra de perdonarte como José se alegró de perdonar a Judá. Eres libre en Cristo para levantarte y volver a pasar la prueba.

Tal vez te identifiques más con José. Tal vez seas alguien que ha sido víctima de pecados, daños, heridas y traiciones por parte de familiares, amigos y seres queridos. Puede que estés agobiado, pero puedes ser liberado de tus cargas. Puedes estar roto, pero puedes ser sanado. Puedes estar amargado, pero puedes perdonar. Puedes tener una relación saludable con Dios que te sane y te permita tener relaciones saludables con las personas; cuanto más perdonador seas, más se desatará el destino y la unción de Dios en tu vida.

Pregunta:

La historia de la vida de Judá comienza con él siendo un hombre egoísta, mentiroso y malvado. En esta escena, vemos que su corazón y su vida han cambiado. Su nombre se menciona más de 800 veces en la Biblia, a menudo en relación con Jesucristo (p.ej, Génesis 49:10). ¿Qué te enseña su ejemplo acerca de la gracia de Dios cuando nos arrepentimos de nuestro pecado y le damos la bienvenida para que nos cambie desde el interior? ¿Hay otros pasajes bíblicos sobre Judá que sean significativos para ti?