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En el principio: Un estudio en Génesis 37-50Muestra

En el principio: Un estudio en Génesis 37-50

DÍA 3 DE 11

¿Cuáles son las 3 pruebas comunes para tu testimonio?

En Génesis 39, encontramos a José trabajando para Potifar, quien era uno de los oficiales del gran Faraón. Siempre fiel a las promesas de su pacto, Dios estuvo con José, bendiciéndolo y haciéndolo prosperar. José demostró ser un hombre tan piadoso y digno de confianza que Potifar le confió el manejo de toda su casa a José, y Dios bendijo a Potifar el egipcio a través de José el hebreo de acuerdo con la promesa del pacto de que Dios bendeciría a su pueblo para que pudiera ser una bendición a otras naciones de la tierra.

Leemos que, al igual que su madre Raquel, José era muy atractivo físicamente. La esposa de Potifar se enamoró de José y trató continuamente de seducirlo para que se acostara con ella. Pero, a diferencia de su hermano Judá, su padre Jacob o su bisabuelo Abraham, José siguió siendo un hombre íntegro y fiel a una sola mujer como lo había sido su abuelo Isaac. José rechazó continuamente los avances adúlteros de la mujer, declarándole que nunca pecaría contra su amo o su Dios con un acto tan malvado.

Las cosas empeoran cuando la esposa de Potifar comienza a desear a José. Ella le exige día tras día que se acueste con ella, y día tras día José se niega ya que esto no sólo traicionaría a Potifar, sino que también sería una “maldad y pecado contra Dios”. José demuestra una gran integridad en esto, rechazando lo que debe haber sido una tentación cada vez más difícil todos los días de su vida.

En la actualidad, nos enfrentamos a tentaciones similares, si no más intensas, que las que sufrió José cada día. El estado actual de la cultura nos ofrece una selección ilimitada y a la carta de vicios sexuales a través de las redes sociales, la pornografía en Internet, las aplicaciones de citas amorosas y mucho más. José pasó la prueba de la tentación porque ya tenía su respuesta antes de que comenzara la prueba: la respuesta era no. Al igual que José, necesitamos decidirnos antes de que llegue la prueba.

La paciente persistencia de la mujer de Potifar acaba por fracasar; el rechazo convierte su lujuria en resentimiento y ella aprovecha la oportunidad para inculpar a José de intento de violación. La obediencia de José a Dios es “recompensada” por Potifar con rabia y castigo: es aprehendido y puesto en la prisión del Faraón. El virgen piadoso es ahora un violador convicto y un delincuente sexual registrado.

José va a la cárcel por no acostarse con la mujer de otro hombre. Este sería el momento en que muchas personas podrían amargarse contra Dios: “¡Lo hice a tu manera Dios, y mira a dónde me llevó!”. En cambio, José tiene un éxito espiritual y práctico una vez más. El versículo 21 dice que el Señor todavía estaba con José; no había perdido su unción, y Dios una vez más obra de manera práctica a través de José, incluso en la prisión, permitiéndole prosperar en todo emprendimiento.

Es fácil pasar por alto en estos versículos lo traumática que debió ser esta experiencia para José. Es un adolescente de una buena familia hebrea, ahora encadenado y subastado como propiedad. La tierra a la que va–Egipto–es lo más pagano que hay, un lugar donde se puede adorar a casi todos los dioses excepto al Dios de José. Esto es como sacar a un niño amish de su hogar y ponerlo a trabajar en el centro de Las Vegas para la mafia.

Este episodio de la vida de José supone un interesante giro de perspectiva en el libro de Génesis. Hasta este momento, el énfasis se ha puesto en la fidelidad de Dios a su pueblo del pacto. Pero, a lo largo de la historia de José, vemos cómo se enfatiza el lado humano del pacto a través de la fidelidad de José a Dios a la luz de Génesis 18:19.

En esto, la historia del Génesis adquiere cierta esperanza. Hasta este punto del libro, cada generación, desde Adán hasta el diluvio, desde Noé hasta Babel, y desde Abraham hasta Judá, parece haberse vuelto cada vez más impía. Pero, con José, vemos que la fe de Abraham, Isaac y Jacob se había transmitido finalmente a la cuarta generación con José, cuyo carácter es quizás sólo igualado por el de Daniel en toda la Biblia y superado sólo por el Señor Jesucristo sin pecado.

El éxito de José es espiritual y práctico. Tiene éxito espiritual porque, aunque no tiene ausencia de problemas, tiene la presencia de Dios. A veces pensamos que, si tan solo pudiéramos alejarnos de nuestros problemas, estaríamos bien; incluso si nos alejamos de esos problemas, no estaremos bien a menos que tengamos la presencia de Dios. El éxito de José es práctico porque mientras camina con Dios y se comporta con obediencia a su autoridad terrenal dada por Dios, Dios obra a través de José y ordena providencialmente que las cosas que lo rodean trabajen a su favor, por el bien no sólo de José sino también por el futuro bien del pueblo de Dios.

Aunque todo el mundo había abusado y abandonado a José, leemos que Dios permaneció con él y que Dios lo bendijo e hizo que prosperara de acuerdo con las promesas de su pacto. Y también leemos que José cumplió con sus obligaciones en la relación del pacto con Dios sirviendo al jefe de la cárcel con humilde piedad y honrando al Señor en todo lo que hacía. En esto, el tema de la fe, que domina tanto el libro de Génesis como el resto de las Escrituras, se cuela en los capítulos siguientes esperando que Dios bendiga a José por caminar con Él con una fe humilde, como lo hicieron Enoc, Noé y Abraham antes que él.

A pesar de estas circunstancias traumáticas, está claro que el testimonio de José se está escribiendo ya que la presencia del Señor se menciona cinco veces en los primeros seis versículos. Debido a que tiene la unción del Señor, es capaz de prosperar en contra de obstáculos increíbles, y se abre camino hasta ser el supervisor de toda la propiedad de Potifar. Aunque es un esclavo en una tierra pagana, José se comporta como un creyente y todo lo que hace es bendecido por Dios.

Pregunta:

¿Qué revela la historia de José sobre cómo nuestro testimonio incluye muchas pruebas morales?

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Acerca de este Plan

En el principio: Un estudio en Génesis 37-50

En este plan de 11 días, estudiarás Génesis 37-50, que te llevará a través de la vida de Jacob y sus 12 hijos, quienes se convirtieron en las 12 tribus de Israel. Estos capítulos destacan la vida de uno de ellos, José, y su trayectoria de sufrimiento y perdón. Esperamos que aprendas la importancia de confiar en Dios en tiempos difíciles y a perdonar a quienes te lastiman o decepcionan.

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Nos gustaría agradecer a Mark Driscoll por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://realfaith.com/