Cómo nos tratamos en el Reino

Aunque el Señor Jesús no vino a quitar la ley estricta, las siguientes secciones del Sermón del Monte nos muestran que a él le preocupan menos las leyes escritas específicas que nuestros corazones y nuestra forma de tratarnos los unos a los otros

En las siguientes líneas el Señor Jesús tomará el Decálogo (Ex.20) y contrastará la ley estricta y legalista con lo que sucede dentro del corazón. Podemos cumplir externamente las leyes escritas en estos mandamientos del decálogo sin amar a nuestros hermanos, pero allí es dónde directamente el Señor centra su enseñanza: “¿Cómo tratas a tu hermano?”

Jesús muestra cómo los requisitos de Dios van realmente más allá de la ley escrita. Quienes forman parte del reino de Dios deben tener una justicia mayor que la de los escribas y los fariseos (Mt.5:20): una justicia que sobrepase la ley.

Evita el enojo

La referencia de Jesús es al enojo injusto, al enojo producto del orgullo, la vanidad, el aborrecimiento, la malicia y la venganza, ya que menciona acerca de los insultos. 

Jesús nos advierte en contra de llamar a nuestro hermano “raca” que probablemente equivale a la palabra aramea que significa “necio” es un insulto y desprecio a la inteligencia de una persona, similar a llamarlo cabeza hueca, tonto, burro y a la vez expresa desprecio hacia su carácter.

Reconcíliate con tu hermano-adversario

Increíblemente, el Señor pone dos cuadros; Uno concierne a un hermano (23) y el otro a un adversario (25). Pero en ambos casos la situación básica es la misma (alguien tiene un motivo de queja contra nosotros) y la lección básica es la misma (la necesidad de acción urgente e inmediata). Durante el acto de adoración, si recordamos el motivo de queja, debemos interrumpir nuestra adoración e ir y arreglarlo.

Es más importante para el Señor nuestra reconciliación no solo con mi hermano sino con mi enemigo. 

Jesús cita Éxodo 20:13: “No matarás”. ¿A qué equipara el asesinato? ¿Qué dice sobre el estándar de santidad de Dios? Probablemente todos hemos insultado a alguien o nos hemos enojado en algún momento de nuestras vidas. ¿En qué se relacionan la ira y los insultos con el asesinato?

Lee Mateo 12:34–37 y 15:16–20. ¿Dónde se origina el pecado? ¿Te resulta más fácil controlar tus actos o tus pensamientos y emociones?

En Mateo 5:23–26 Jesús enfatiza la importancia de la reconciliación, que parece ser aún más importante que la adoración. ¿Cómo podría aplicarse esta enseñanza hoy? Si has ofendido a otros creyentes, ¿qué podrías hacer para reconciliarte con ellos?

Lee 1 Juan 3:11–18. ¿Cuáles son las consecuencias de odiar a otro cristiano? ¿Qué significa amar “de hecho y en verdad” (1 Jn 3:18)?

Imagina que impacto tan grande en nuestro mundo cuando buscamos al que sabemos tiene algo en contra nuestra (humildad de corazón), pero más que eso, ¡Qué impactante cuando buscas a tu enemigo antes de poder adorar a Dios! (pues esto es una mejor adoración). 

¿Cambiaría nuestro mundo e impactaría vidas cuando nuestro trato a los demás es lleno de honra y amor? Eso es traer el Reino de Dios a la tierra en un mundo egoísta y orgulloso.