Ten ÁnimoMuestra

La aflicción es un estado de angustia o sufrimiento en el que nos podemos encontrar por diversos motivos. La misma produce una vida apesadumbrada, llena de dolor e incomodidad personal.  

Puede que alguien nos haya herido, que algo no haya salido bien, que la enfermedad haya tocado nuestra vida o la de un ser querido, que haya sucedido alguna tragedia, llegado una gran decepción, que hayas quedado en quiebra o varias de las anteriores al mismo tiempo. Son tantas las razones por las cuales nos podemos encontrar afligidos, pero, aunque sean muchas no debemos resignarnos a ellas. Siempre podemos contar con Dios para recibir consuelo en medio de la aflicción. 

El Señor está cerca de los que tienen el corazón quebrantado, sin embargo, en muchas ocasiones nuestra tendencia es creer que cuando estamos tristes, abatidos o quebrantados, Dios está lejos. Decimos cosas como: no siento a Dios, no lo veo, me siento abandonado, estoy solo en esto y nos cuestionamos ¿Dónde estás, Dios?

Más allá de nuestro sentir, el cual en dicho caso es influenciado por el dolor, está la verdad de que el Señor está cerca de aquellos cuyo corazón ha sido triturado por las circunstancias difíciles de la vida. Dios nunca prometió una vida donde no habría dolor, por el contrario, nos hizo saber que el dolor es un hecho de la vida, pero sí prometió que Él mismo sería el consuelo y la salida. El consuela a aquellos cuyo corazón ha sido abatido. 

A veces las pruebas simplemente llegan a la vida, no podemos hacer nada para evitarlas, pero sí podemos hacer algo para salir mejor de ellas. Dios y Su amor nos ayuda a ello. Tener el corazón quebrantado es muy difícil, pasar por momentos de la vida no es algo que queremos, pero como ya dijimos, el dolor es un hecho de la vida, debemos afrontarlo y es valioso comprender que en medio del mismo podemos ser quebrados y tirados al suelo o quebrados, y en manos de Dios, ser restaurados. Entrega tu dolor, temor y aflicción a tu buen Padre celestial, Él está ahí, está cerca de ti. Te restaurará y con Su amor te cuidará. 

Mientras que tu alma está siendo sacudida, Dios es lo único que está firme y que realmente permanecerá para ayudarte. 

Te ánimo ¡La aflicción pasará, el tiempo difícil quedará atrás y con la ayuda de Dios lo vas a superar!