Ten ÁnimoMuestra

Cuando una situación que nos tiene exhaustos y nos lleva al límite es legítimo preguntarnos ¿hasta cuándo?

¿Hasta cuándo seguiré viviendo eso?

¿Hasta cuándo seguiré padeciendo esto?

¿Hasta cuándo continuaremos en lo mismo?

Todos anhelamos el fin de lo malo y el inicio de lo bueno. Por razones obvias no queremos padecimientos, pero lamentablemente en ocasiones no tenemos respuesta obvia para nuestro “¿hasta cuándo?”. 

No podemos ponerles fechas concretas a ciertos asuntos, pero si podemos elegir como los atravesamos y también escoger mucho de lo que sucederá en nuestros corazones mientras tanto. 

Sostener una actitud esperanza en Dios nos dará la fortaleza para resistir y la capacidad para no ser destruidos en el proceso.

Aunque no haya una respuesta para ese “¿hasta cuándo?”, si podemos confiar en Dios mientras tanto. Experimentar Su amor, Sus cuidados y descansar en la seguridad de Su salvación. No es que confiaremos en Dios temporalmente mientras pasa la dificultad, es que en medio de la dificultad debemos reforzar nuestra fe.

Al enfocarnos en las promesas de Dios, hay cambios en nuestra alma. Su obra en nuestro corazón hace posible que de una serie de malos acontecimientos nazca alguna bendición, que se produzca transformación y que mientras eso sucede lleguemos a experimentar de Su paz. 

Cuando tenemos la certeza de que Dios hará y que tarde o temprano cumplirá Su promesa en nosotros, la vida se torna diferente. 

¿Hasta cuándo? La verdad no lo se, pero sí se que puedes esperar bien la llegada de ese momento, en manos de Dios que es un refugio seguro y además puedes aprovechar el mientras tanto. 

Ten ánimo, el momento llegará.