Un viaje a través de Lucas y HechosMuestra

Lucas nos cuenta cómo reiteradamente Pablo es golpeado, encarcelado y hasta arrastrado fuera de las ciudades por proclamar que Jesús es el Rey mesiánico de los judíos y de todo el mundo. Cuando Pablo llega a Corinto, espera que lo persigan de nuevo. Pero Jesús consuela a Pablo y se le aparece de noche en una visión y le dice: “No te asustes, continúa hablando y no te quedes callado. Yo estoy contigo. Nadie te atacará ni lastimará porque yo tengo muchoa gente en esta ciudad”. Y ciertamente, Pablo puede quedarse en la ciudad por un año y medio para enseñar las Escrituras y hablar sobre Jesús. Y aunque hay personas que intentan atacar a Pablo, justo como Jesús dijo, no tienen éxito. De hecho, el líder que intentó lastimar a Pablo, por el contrario, fue víctima de ataques. Pablo no fue echado de Corinto, pero cuando llegó el momento se mudó de la ciudad con amigos nuevos para reconfortar a los discípulos que vivían en Cesarea, Antioquía, Galacia, Frigia y Éfeso.

En Éfeso, Pablo da a conocer el don del Espíritu Santo a los nuevos seguidores de Jesús y enseña durante un par de años, extendiendo las buenas nuevas de Jesús a todos los que viven en Asia. El ministerio prospera porque milagrosamente muchas personas fueron sanadas y liberadas, la economía de la ciudad empieza a cambiar debido a que las personas se alejan del ocultismo y abandonan sus ídolos para seguir a Jesús. Los comerciantes locales que obtenían ganancias de la idolatría estaban molestos y comenzaron a provocar a las multitudes para que defendieran a sus dioses y pelearan contra los compañeros de viaje de Pablo. La ciudad entra en caos y la rebelión continúa hasta que un escribano del pueblo habla.