Un viaje a través de Lucas y HechosMuestra

Mientras Pablo sigue su camino hacia Jerusalén, se detiene en el trayecto para visitar la creciente comunidad de seguidores de Jesús. Todos se enteran de su intención de entrar en la capital y se apresuran a argumentar en contra. Le suplican que no vaya, convencidos de que si lo hace lo encarcelarán o lo matarán. Pero Pablo está dispuesto a morir por lo que cree y por eso continúa. Cuando llega a Jerusalén, practica tradiciones judías que ayudan a otros a ver que no es antijudío. De hecho, es un judío devoto que ama al Dios de sus padres y daría su vida por sus compañeros judíos. Sin embargo, los judíos solo ven la escandalosa asociación de Pablo con los no judíos. Rechazan el mensaje de Pablo, lo echan del templo y comienzan a golpearlo a muerte.

Los romanos reciben la noticia de que las cosas se están saliendo de control en Jerusalén y llegan justo a tiempo para evitar que la paliza de Pablo sea mortal. Alejan a Pablo de la violenta turba y él convence al comandante de que le dé la oportunidad de dirigirse a sus perseguidores. Aún magullado y ensangrentado por la golpiza, Pablo logra ponerse de pie y compartir su historia con valentía. Habla en un dialecto hebreo para persuadir e identificarse con las mismas personas que buscan poner fin a su vida. Estos escuchan cada detalle hasta que comienza a hablar sobre el deseo de Dios de incluir a los gentiles (no judíos) en su plan de redención. Ante esto, la multitud comienza inmediatamente a gritar amenazas de muerte contra Pablo. Esto se convierte en un caos y el comandante romano no puede entender por qué los judíos están tan furiosos con Pablo por hablar de los gentiles. Así que el comandante piensa que debía haber algo más en la historia y que una tortura mayor podría hacerlo hablar. Pero Pablo detiene el trato ilegal en su contra revelando que es un ciudadano romano. El comandante se da cuenta de que podría meterse en problemas por hacerle daño a un ciudadano romano, por lo que Pablo es liberado rápidamente de la custodia y escoltado a una audiencia donde puede presentar su caso ante los líderes religiosos que lo acusaron.