Un viaje a través de Lucas y HechosMuestra

Cuando Pablo llega a Cesárea es juzgado ante el gobernador Félix. Pablo expone su caso, testificando que confía en el Dios de Israel y comparte las mismas esperanzas de resurrección que sus acusadores. Félix no ve motivos para condenar al hombre, pero tampoco sabe qué hacer con él, por lo que lo detiene sin causa legal, durante dos años. Durante el tiempo que Pablo estuvo en custodia, la esposa de Félix quiere saber más de Pablo y de Jesús. Félix lo hace también y se asusta por las implicaciones del Reino de Jesús. Evita la discusión, pero aún cita a Pablo regularmente con la esperanza de recibir un soborno de él. Finalmente, Porcio Festo reemplaza a Félix y el caso de Pablo se examina nuevamente ante los judíos que aún buscan su muerte. Pablo nuevamente se declara inocente y, en respuesta, Festo le pregunta si está dispuesto a trasladar el juicio a Jerusalén. Pero Pablo no está de acuerdo y apela a ser juzgado en Roma ante César. Festo concede su petición. Ahora, tal como dijo Jesús (Hechos 23:11), Pablo llevará la causa de Jesús a Roma.