EmocionesMuestra

La alegría como estilo de vida

Llegamos al final de este devocional. Hemos aprendido a gestionar de manera adecuada las emociones difíciles. Conocimos la manera de hallar paz y descanso en Dios, quien nos diseñó así. Hoy nos centraremos en una emoción positiva muy asociada a la felicidad y al gozo: la alegría.

A nuestro alrededor, la tendencia es mirar a la felicidad como un destino, como objetivo y meta en nuestro paso por este mundo. Esta manera de enfocar la vida genera frustración al no alcanzar la tan codiciada “felicidad” o sentir que, cuando se la alcanza, ésta se escapa de las manos. La alegría se encuentra supeditada a circunstancias externas, si me va bien estaré alegre, si me va mal, no lo estaré.

Hoy te invito a centrarnos en la vida de Jesús. Él, como nosotros, experimentó tristeza, ansiedad, enojo, pero también dentro de su humanidad, experimentó gozo, alegría, felicidad, satisfacción. Esa alegría era motivada por cumplir su propósito: dar vida a los perdidos, hacer la voluntad de su Padre, darse a conocer al mundo, amar y servir a los demás.

Imitemos el ejemplo de Jesús de enfocarnos en hacer la voluntad de Dios para nuestras vidas, de encontrar el propósito para el que fuimos diseñados y, a partir de ello, amar y servir a los demás, llevando el evangelio a otros, para que puedan conocer a Jesús y conectarse con Él.

Cuando la fuente de nuestro gozo es Cristo, no importarán las circunstancias que atravesemos, mantendremos esta actitud de alegría en la vida. Ya no perseguiremos la felicidad como un destino, sino como un trayecto, como estilo de vida, conectados a la fuente de gozo, Dios mismo.

Tal vez las circunstancias y experiencias adversas han hecho que, como el salmista, hayas perdido el gozo. Hoy es un buen día para apropiarte de esa oración de Salmos 51:12, pidiendo al Padre “que restaure la alegría de su salvación en tu vida”. Sin duda, Él escuchará tu clamor y te dará su Espíritu. Con Él vendrá el fruto de alegría y gozo en tu diario vivir. Podrás ser fuente de la que brote vida para quienes te rodean.

Hoy puedes decidir conectarte a la fuente de alegría, decidir ser obediente al mandato que Dios da para sus hijos en 1 Tesalonicenses 5:16 “estar siempre alegres”. Puedes enfocarte en mantener una actitud de agradecimiento y de oración constante que mantendrán tu vista en Cristo y no en las circunstancias.

Decide hoy, continuar persiguiendo la felicidad como un destino o cambiar tu perspectiva, tomar el ejemplo de Jesús y hacer de la alegría un estilo de vida.

Oremos:

Padre, te doy gracias porque me enseñas a vivir mis emociones a la manera de Jesús. Pon en mí el gozo de tu salvación, dame la alegría de vivir en tu voluntad, cumple en mí tu propósito. Dame la gracia necesaria para estar siempre alegre. Se tú la fuente de mi gozo. ¡Amén!

Este devocional fue elaborado por Issette Cholima, miembro de nuestro ministerio de consejería “Bálsamo”. Esperamos que este plan te haya servido. Si quieres aprender más sobre este tema, te invitamos a ver o escuchar la serie completa de prédicas: Emociones.