Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

EmocionesEjemplo

Emociones

DÍA 4 DE 7

 

Viviendo un Getsemaní

El evento relatado en los evangelios, que tuvo lugar en el Huerto de Getsemaní, puede ser considerado una de las situaciones donde claramente se evidencia la humanidad de Jesús. Así como tú y yo experimentamos tristeza y ansiedad, el Hijo de Dios también lo vivió y, a partir de esa vivencia, nos deja una enseñanza sobre el manejo de emociones difíciles.

Jesús sabía con anticipación lo que le iba a pasar, eso generó en Él tal nivel de tristeza y ansiedad que les dice a sus discípulos más cercanos que se “sentía morir”. Probablemente estaba viviendo lo que hoy en día denominamos un “ataque de pánico”.

Jesús en medio de esa situación, reconoce ambas emociones y las verbaliza con quienes constituían su círculo de confianza, comparte cómo se siente. Y antes de retirarse a hablar a solas con su Padre, les pide a sus amigos que oren también para enfrentar lo que se venía.

Postrado delante de Dios, abre su corazón, confiesa sus temores, sus tristezas y ansiedades. Las gotas de sangre que derramó se deben a la agonía tan severa que estaba enfrentando. Producto de la ansiedad, los vasos capilares reventaban mezclando el sudor con sangre. Aun así, Él se somete ante la autoridad del Todopoderoso, se humilla delante de su Padre y busca hacer su voluntad a pesar de lo que implicará.

A medida que aumentaba la agonía, Jesús oró con mayor fervor. No se desanimó al ver que sus amigos se dormían, vencidos por el cansancio y el sueño. Aunque los demás dormían, su Padre lo escuchaba y le envió ayuda del cielo: un ángel para fortalecerlo.

¡Qué alivio debió sentir Jesús al recibir de su Padre esa oportuna respuesta!

Hoy, este suceso nos enseña que, en medio de la ansiedad, del dolor y de la tristeza, hay esperanza. Aprendemos que es importante reconocer las emociones, nombrarlas y expresarlas. 

Tenemos la certeza de que hay alguien que está atento a nuestro clamor, para quien lo que sentimos no es ajeno, Él ya pasó por eso. Ese alguien es Dios mismo, es nuestro Padre amoroso a quién podemos llevar estas emociones y entregárselas por completo. Sin duda, también nos enviará  fortaleza y consuelo como lo hizo con Jesús. Podremos salir victoriosos mirando con esperanza el futuro, seguros que sin importar lo que venga, caminamos en la voluntad de Dios y Él camina con nosotros.

Sin importar si tus amigos o personas cercanas “duermen” alrededor tuyo, si no te acompañan como quisieras, Dios te escucha, está atento a tu clamor y te responde.

En medio de tu Getsemaní personal, puedes decidir dejarte agobiar por las tristezas y entrar en un estado de aletargamiento como lo hicieron los discípulos o puedes tomar el ejemplo de Jesús, reconocer lo que estás sintiendo y pasar a la acción: ir delante de tu Padre Celestial para entregar tus cargas y, a cambio, recibir fortaleza para lo que sigue.

¿Qué decisión tomarás?

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

Emociones

Alegría. Tristeza. Ira. Compasión. Dios nos ha dado a cada uno de nosotros la capacidad de sentir profundamente. Y cuando podamos procesar mejor nuestras poderosas emociones, podremos comenzar a comprender cómo Él las usará para bien.

More

Nos gustaría agradecer a Jazôn por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.jazon.info/