Creciendo en Estatura, Gracia Y Sabiduría Muestra

Hemos mencionado de los cambios que vemos en nuestros adolescentes a nivel biológico, psicológico, social, etc. Y parte importante de ésta, y otras etapas de los seres humanos, es que la vida en familia ofrezca un entorno agradable para los muchachos, y por supuesto para nosotros como padres.

En el hogar son necesarios esos tiempos de juego, de jocosidad, de alegría para todos, por lo que debemos buscar esas oportunidades. La Biblia dice que para todo hay tiempo. Así que observemos con diligencia lo que agrada a nuestros hijos, y en lo que podamos participar toda la familia para divertirnos, reírnos y renovar el espíritu de nuestra mente.

Aprovechemos los cumpleaños, las celebraciones, ¡seamos creativos! Seamos parte de la vida de ellos. En alguna ocasión podremos incluir a sus amigos (que es un tema también relevante), ya que nuestros adolescentes disfrutan compartir con otros de su edad. Para esto, es muy importante que hayamos conocido o conozcamos a quienes son los amigos cercanos de nuestros hijos, pues también es parte del cuidado que les damos.

Recordemos que lo anterior, aunque es parte del desarrollo integral de nuestros chicos, de igual manera estamos creando hermosos recuerdos que fortalecerán su personalidad en el futuro. No pretendamos que nuestros hijos vivan una vida adulta adelantada; eduquémoslos y formémoslos de tal forma que conozcan la responsabilidad pero también la diversión, el esfuerzo pero también los premios. Enseñémosles el temor a Dios y, ¡también su gracia en Cristo! Proyectémoslos para el mejor futuro pero sin quitarles que disfruten su adolescencia o juventud.

En las familias, Dios ha puesto diferentes temperamentos para complementarnos, y siempre habrá unos que desarrollan más que otros alguna determinada cualidad o virtud. Cada persona es única, al mismo tiempo todos somos importantes y todos nos necesitamos.

Que puedas sonreír y reír con ganas junto a tus hijos, ¡mientras aún están en el hogar! Ora para que sus vidas sean llenas del gozo del Señor!