Vive, ama, creceMuestra
Amistad: Relaciones que nos afilan
Una de las conclusiones a las que he llegado es que una parte crucial del entrenamiento para ser como Jesús se da en el gimnasio de las relaciones; en específico, de las amistades.
Piensa en una espada. ¿Cuál es su atributo más importante? Su filo. ¿Por qué? Porque es el que le permite cumplir su propósito. El escritor de Proverbios entendió que esto es cierto para nosotros: “Como el hierro se afila con hierro, así un amigo se afila con su amigo”. Un pedazo de hierro tiene la capacidad de sacarle filo a otro, pero –invariablemente– la manera en que lo hace es mediante fricción, golpes y chispas… MUCHAS chispas. Al igual, nuestras vidas son afiladas en el “choque” con otros; tus amigos son usados para desarrollarte y ayudarte a mejorar, aunque eso signifique momentos incómodos, de fricción e incluso dolor (sí, en ocasiones duele).
Lo innegable es que todos necesitamos amigos así: personas que le saquen filo y brillo a nuestra vida, desafiando nuestra comodidad, nuestro egocentrismo, nuestros prejuicios, e impulsándonos a ser más como Jesús. Necesitamos amigos que, con franqueza y amor, nos ayuden a ver nuestros puntos ciegos. Que nos acerquen más a ser las personas que Dios quiere que seamos. Necesitamos mejores amigos si queremos lograr mejores propósitos.
¿Tienes a alguien así en tu vida? Créeme: NO quieres personas que todo el tiempo te den la razón, o que siempre te digan lo que quieres escuchar. Quieres personas que desafíen tus supuestos, que cuestionen constructivamente tus motivaciones, que hablen verdad a tu vida –aunque esta te incomode o “raspe”. Quieres personas que se atrevan a sacar a la luz aquello que necesita tratamiento de parte de Dios y que te reten a no conformarte con menos de lo que Él espera de ti y anhela para ti.
Sé intencional en buscar este tipo de personas y sé la clase de persona que atrae a estas amistades a su vida. Sé humilde y permite que el Espíritu Santo te muestre, a través de ellas, aquello que necesita ser aguzado en tu vida. Si haces eso, Dios te transformará y seguirá trayendo personas que te levanten, te animen, y te apunten a Su propósito para ti. Elige amigos que te ayuden a crecer, madurar y llevar mucho fruto.
Finalmente, considera esto: Un amigo que sinceramente te ama y se preocupa por ti, correrá el riesgo de decirte cosas que te desagraden en el momento pero que son para tu bien. Estará dispuesto a asumir el costo de tu enojo o molestia temporal, en miras de un beneficio permanente para tu vida. ¿O preferirías recibir palabras dulces, aunque estas te lleven a la ruina?
Oración
Padre, gracias por usar las amistades para afilar mi vida. Ayúdame a abrazar este proceso con gratitud y humildad, y ayúdame a ser también la clase de amigo que invierte en el crecimiento de otros y busca sacar el brillo que tú has depositado en ellos. En el nombre de Jesús, amén.
Acerca de este Plan
¿Cuál podríamos decir que es la meta última de Dios para nosotros? que lleguemos a la plena medida de Cristo. Básicamente, ser más como Jesús y desarrollar el potencial que ha puesto en cada uno de nosotros. ¿Y cómo sucede esto? Claro, en el contexto de las relaciones. En este devocional meditaremos sobre cómo nuestras relaciones nos enseñan, retan y nos acercan al propósito de ser más como Jesús.
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Nos gustaría agradecer a Mas Vida Mexico por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://masvida.org/