Vive, ama, creceMuestra
Relaciones: todos tenemos un diseño único
Me asombra la creatividad de Dios. ¿A ti no? Es el diseñador por excelencia. No hay dos personas en el mundo exactamente iguales. ¿No es increíble? Podemos tener rasgos similares a otros, compartir ciertas cualidades o gustos, ser afines en algunas ideas, etc., pero no hay dos “ejemplares” idénticos de un mismo ser humano, y ¡qué bueno! ¿Quién en su sano juicio querría que las personas fueran iguales?
Me encanta la manera en que el salmista expresa su admiración por el trabajo creativo de Dios: «¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien». En otra traducción dice: «¡Te alabo porque soy una creación admirable!». ¿Por qué es tan poderosa esta revelación acerca del diseño de Dios? Porque nuestro diseño revela nuestro propósito, nuestro destino. Somos la obra maestra de Dios (Efesios 2:10) y él quiere que el mundo vea a Jesús a través de ti y de mí conforme a su fino trabajo en cada uno.
La relevancia del diseño en el ámbito de las relaciones es absoluta. Hoy estoy convencido de que el secreto de la bendición de Dios para las relaciones radica justamente en esto: abrazar y agradecer el diseño de Dios en mí, y celebrar y agradecer también el diseño de Dios en los demás. A algunos nos hizo intrépidos, soñadores y decididos; a otros cautelosos, analíticos y sistemáticos; algunos tendemos a ver la “pintura completa”, otros estamos más orientados a los detalles; unos preferimos las emociones fuertes, y otros evitamos a toda costa los riesgos innecesarios. Lo cierto es que todos tenemos increíbles cualidades y amplias áreas de oportunidad para crecer, y nuestras relaciones serán más saludables en la medida en que revistamos nuestras interacciones de honra, valorando a los demás como portadores de la imagen de Dios.
Oración:
Padre, gracias porque en tu multiforme gracia, nos has hecho a todos únicos y diferentes. Gracias por hacernos una creación maravillosa, con un diseño cargado de propósito y bendición. Enséñame a honrar a otros como portadores de tu imagen y así disfrutar tu hermosa obra en ellos. En el nombre de Jesús, amén.
Acerca de este Plan
¿Cuál podríamos decir que es la meta última de Dios para nosotros? que lleguemos a la plena medida de Cristo. Básicamente, ser más como Jesús y desarrollar el potencial que ha puesto en cada uno de nosotros. ¿Y cómo sucede esto? Claro, en el contexto de las relaciones. En este devocional meditaremos sobre cómo nuestras relaciones nos enseñan, retan y nos acercan al propósito de ser más como Jesús.
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Nos gustaría agradecer a Mas Vida Mexico por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://masvida.org/