El Padre NuestroMuestra
Provisión
Danos hoy nuestro pan de cada día
De alguna manera, en este punto se produce un cambio en el Padre Nuestro. Pasamos de "mirar hacia arriba", hacia Dios, a "mirar alrededor", hacia nosotros mismos y los que nos rodean. Este cambio de mirada refleja tanto los Diez Mandamientos como el resumen de Jesús sobre la religión correcta: Amar a Dios y amar al prójimo (Mateo 22:36-40). Sin embargo, no es prudente pensar que aquí estamos pasando de lo espiritual a lo práctico; lo cierto es que Dios está implicado en todos los aspectos de la vida.
Debemos reflexionar detenidamente sobre el significado de esta frase. Siempre se ha asumido que "pan" se refiere aquí a todas las necesidades de la vida. Incluye las necesidades físicas: No sólo la comida, sino también el agua, la vivienda, la ropa, la salud, el dinero, etc. Pero es más: Puede incluir necesidades psicológicas como la paz mental, la esperanza y el coraje, y necesidades espirituales como la gracia, el estar conscientes de Dios y la fe misma. El "pan" es todo lo que necesitamos para seguir adelante. Notemos que orar pidiendo pan es admitir nuestra dependencia de Dios. Es demasiado fácil para nosotros adoptar la posición arrogante de alguien que hace balance de todo lo que es y tiene y dice, "esto es lo que yo personalmente he hecho". En el capítulo 5 del libro de Daniel, el profeta pronuncia un juicio sobre el malvado rey Belsasar diciendo: "Pero no glorificó al Dios en cuyas manos se encuentran su vida y todos sus caminos" (Daniel 5:23). Del mismo modo, San Pablo, atacando el orgullo de la iglesia de Corinto, escribe: "¿Qué tienes que no hayas recibido?" (1 Corintios 4:7).
Si bien esta frase tiene un gran alcance, también tiene un límite. El pan es el alimento más básico de la vida y eso es todo lo que Jesús nos dice que pidamos; no por los lujos de la vida, sino por lo esencial. Al pedir esto, nunca olvidemos que para muchas personas en este mundo, el acceso a las necesidades más básicas de la vida sería un lujo. Al orar en esta sección del Padre Nuestro, recordemos que pedimos por nuestras necesidades, no por nuestras codicias. Debemos recordar todo lo que hemos recibido.
No hay palabras superfluas en el Padre Nuestro, la frase cada día debería hacernos reflexionar. Es muy tentador orar no sólo por lo que necesitamos ahora, sino por lo que imaginamos que necesitaremos en el futuro. Sin embargo, hacer esto es una de las muchas maneras de distorsionar el propósito de la oración. Dios quiere que nuestras oraciones se centren en nuestra relación con Él; el acudir diariamente a Él con nuestras peticiones ayuda a construirla. Pedirle día a día por nuestras necesidades construye una relación para la eternidad.
Por último, permítanme señalar algo que está presente a lo largo de todo el Padrenuestro: la pequeña palabra nuestro. Y es muy importante. Es muy fácil que nuestra oración se centre en nosotros mismos, pero ese no es el enfoque del Nuevo Testamento. Debemos tomar la decisión de seguir a Cristo y unirnos al pueblo de Dios como individuos; pero como cristianos debemos vernos siempre como parte de una comunidad. Debemos orar por aquellos con quienes estamos vinculados: Nuestras propias familias físicas y también nuestra familia espiritual. Y, de hecho, es bueno orar también por nuestros amigos, colegas y vecinos.
Por último, cuando Dios nos da el "pan" de cada día -y con frecuencia mucho, mucho más que eso-, seamos agradecidos.
Acerca de este Plan
Acompaña a J.John en un estudio de ocho días sobre el Padre Nuestro, esa enseñanza impartida por Jesús, increíblemente profunda y útil respecto a cómo debemos orar.
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