El gobierno de Cristo en nosotros Muestra

Mi identidad en Cristo

Pablo se considera el padre espiritual de Timoteo y le dirige una carta en la que busca afirmar en su hijo la provisión divina que es el Espíritu de Dios —su propia vida. Pablo quería que su hijo, junto con todos nosotros, llegásemos a entender que absolutamente todo en nosotros, tanto nuestra vida eterna como nuestro diario vivir, va a depender del Espíritu, por el Espíritu y para el Espíritu.

El gobierno interno de Cristo en nosotros es en nuestro espíritu, pues «Dios no nos ha dado espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio». Cuando la Escritura nos habla del Espíritu de Dios, nos habla del Espíritu eterno, nos habla del Espíritu de Cristo, del Espíritu Santo. No es que sean muchos espíritus distintos, Dios tiene un solo Espíritu en diferentes manifestaciones. 

Pablo quiere afirmar en su hijo espiritual la realidad de que Dios nos ha dado su Espíritu y su mente, y basado en ese Espíritu, nosotros podemos tener vida también. Sólo por ese Espíritu se puede definir nuestro vivir. Si no es por ese Espíritu entonces no tenemos vida en él, ni tampoco tenemos cómo vivir en él. Por lo tanto, no se trata de nosotros mismos, no se trata de nuestras capacidades, ideas, conceptos, inteligencia, fuerza, sagacidad, sino que realmente recordemos que todo en este camino es nuevo, es vivo y es del y por el Espíritu.

El apóstol quería dejar claro a su hijo Timoteo las palabras del Señor grabadas por el profeta Zacarías: «No es con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu». También sus propias palabras grabadas en Hechos de los Apóstoles cuando establece que «en él (en Cristo) vivimos, en el somos y en él nos movemos». Quiere decir que Pablo quería que Timoteo, al igual que nosotros, entendiésemos que sin Cristo ni vivimos, ni somos, ni nos movemos. 

Aun tengamos existencia en la faz de esta tierra, una cosa es decir fácilmente: «estoy en Cristo», y otra cosa es tener la experiencia de la vida, justicia y naturaleza de Cristo obrando en nosotros.

Te invitamos a meditar en esto:

¿Estás actualmente operando en esta naturaleza de Cristo?

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