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Oración de rompimiento

DÍA 7 DE 10

Orando desde una posición de justicia

A pesar de que la fe es un elemento esencial de la oración, no basta para asegurar que nuestras oraciones sean contestadas y que logremos el rompimiento que estamos esperando. Cuando oramos, mucho más importante que tener fe es estar parados en un lugar de justicia. En cualquier área donde la justicia de Dios no prevalezca, nuestra fe no será suficiente, ya que la justicia es el asiento de la fe. Adicionalmente, aunque Dios le ha dado a cada persona una medida de fe (vea, por ejemplo, Romanos 12:3, 6), hay algunas cosas que requieren una dosis extra de fe y, para lograrla, es necesario igualmente estar parados en una posición de justicia. Podemos tener una fe enorme, pero si nuestra vida no es recta delante de Dios, Él no contestará nuestras oraciones. Separada de la justicia, la fe se vuelve inoperante y pierde su efectividad.

¿Quién es un justo?

Lo anterior nos lleva a preguntarnos, ¿quién es considerado una persona justa? Quien permanece alineado a la naturaleza y el carácter de Dios a través de Cristo. Cuando no estamos alineados con Dios, con Su nombre y Su Palabra, nos volvemos presa fácil para el enemigo. Por esa razón, en la cruz del Calvario, Jesús tomó todas nuestras faltas y pecados sobre Él. El Hijo nos hizo justos ante el Padre, ¡tan justos como Él! (Vea, por ejemplo, Romanos 3:21–22).

Jesús dijo, “Esta es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados” (Mateo 26:28). Ser “justificado” y hecho justo es ser traído de vuelta a un estado de completa inocencia, donde cada pecado es borrado y no queda récord de nuestras transgresiones. Ser justificado es ser perdonado y limpiado de toda iniquidad.

La clave para entender la justicia y la justificación es la palabra remisión, que significa liberar a alguien de culpa o del castigo que merece por su pecado. El término refleja el carácter definitivo y perfecto del sacrificio de Cristo. En esencia, lo que expresa es que, debido a la obra terminada de la cruz, Dios ya no nos ve como pecadores sino como justos. Ningún ser humano podría haberse hecho justo por sí mismo; Dios tuvo que enviar a Su único Hijo a la tierra para redimirnos del pecado.

En cualquier área de nuestra vida en la que no estemos parados en la justicia que Jesús ganó para nosotros, el enemigo tendrá derecho legal para acusarnos delante de Dios. Por ejemplo, si un hombre maltrata a su esposa, él no recibirá respuesta a sus oraciones en el área de la familia, porque su posición de injusticia estorbará sus oraciones. (Vea 1 Pedro 3:7). Si una persona de negocios abusa de sus empleados, no pagándoles un salario justo o irrespetando sus derechos, no estará parada en posición de justicia en el área de los negocios y las finanzas, y Dios no oirá sus oraciones. (Vea, por ejemplo, Colosenses 4:1).

Por lo tanto, antes de que le pidamos algo a Dios, debemos examinarnos a nosotros mismos para ver si estamos violando alguno de Sus mandamientos o no estamos reflejando Su naturaleza y voluntad. Jesús siempre vivió en justicia, por eso el Padre respondió todas Sus oraciones. El Hijo continuamente estaba en una relación estrecha con el Padre, alineado a Su perfecta voluntad. Por esa razón, cuando Jesús estuvo frente a la tumba de Lázaro, en lugar de orar para que ocurriera un milagro, Él simplemente dio gracias a Dios, diciendo: “Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes” (Juan 11:41–42). Él siempre oraba desde un lugar en el Espíritu en el cual la palabra imposible no tiene significado alguno.

Como caminar en justicia

1. Practique el arrepentimiento como un estilo de vida

Cada vez que pecamos contra Dios debemos arrepentirnos. El arrepentimiento nos regresa a la presencia de Dios y abre los canales para que Él escuche nuestras oraciones. “El que encubre sus pecados no prosperará; más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia” (Proverbios 28:13).

Una vez que reciba el perdón de Dios, no permita que el diablo le siga acusando de esos pecados, porque Jesús ya los borró. Usted es justificado por la fe en Jesús y Su obra redentora en la cruz; sus pecados son borrados por la sangre de Cristo, y en Su nombre usted es empoderado para hacer lo que Él le comisionó a hacer. Pídale a Dios que le limpie, le justifique y le santifique. Ahora que está en posición de justicia, los canales para hablar con Él están abiertos.

2. Busque primero la justicia de Dios

Vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. (Efesios 4:24)

Jesús enseñó a Sus discípulos a buscar y seguir la justicia de Dios. En Mateo 6:33 les dijo: “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia”. La frase “buscad primeramente” nos urge a poner como prioridad la justicia del reino. Esto significa que, por encima de cualquier otra cosa, debemos desear estar siempre a cuentas con Dios. A menudo debemos preguntarnos: “¿Estoy bien con Dios? ¿Estoy alineado a Su voluntad?”.

3. Vele y ore siempre

Pablo exhortaba a los Tesalonicenses a “orar sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17). Es vital que los creyentes que quieren mantener su posición de justicia velen y cuiden que sus oraciones no se debiliten. Por el contrario, deben procurar que su tiempo de oración crezca y se vuelva la primera y más importante tarea de cada día, porque de ella depende su relación y compañerismo con Dios. Cuando velamos en la presencia de Dios con un corazón recto, el Espíritu Santo nos muestra las áreas de injusticia que hay en nuestra vida o dónde le hemos permitido al enemigo ganar terreno. (Vea Efesios 4:27). Por eso, debemos orar a diario, y sin cesar, porque, consciente o inconscientemente, estamos expuestos a través del pecado y le damos cabida al enemigo para que obre.

Pensamiento: Nuestra posición de justicia debe ser reafirmada a diario.

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Acerca de este Plan

Oración de rompimiento

La oración es un lugar. Un lugar secreto en el Espíritu. Un lugar de encuentros divinos con nuestro Padre celestial donde le expresamos nuestro amor, donde invitamos Su presencia, donde recibimos Su revelación y guía. Donde somos empoderados para servir a Sus propósitos en la tierra. Descubra las llaves esenciales para hacer Oraciones de Rompimiento, incluyendo cómo recibir respuesta a sus oraciones según la voluntad y la Palabra de Dios.

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Nos gustaría agradecer a por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.espanolwh.com/book-authors/guillermo-maldonado/