La verdadera comisiónMuestra
Perfeccionados en su amor
Solo por amor los discípulos lo dieron todo, dejaron sus propias vidas, sus posesiones, todo lo que tenían por amor al esposo, al amado que les manifestó el propósito eterno. Sus vidas fueron perfeccionadas en el amor de Dios.
Como discípulos de Cristo, también nosotros al vivir en Dios y al ser llenos de su Espíritu, somos perfeccionados por su amor. Este amor crece en nosotros hasta hacerse perfecto. Es en esta clase de amor que no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor y nos libra de la religión, de buscar la justificación de nuestras vidas por obras.
La confianza que tenemos en su amor, nos libra de tener una mentalidad carnal y religiosa. Nos libra de pensar que nos podemos ganar el amor de Dios por nuestros actos, por nuestro servicio o cumplimiento de la ley. Nos libra del poder de la religiosidad, de la arrogancia espiritual.
Las mentalidades adolescentes, carnales y religiosas no pueden administrar los misterios de Dios. La iglesia está siendo entrenada para administrar riquezas, sabiduría y poder. Todas las bendiciones que Cristo ya nos ha dado en lugares celestiales, en lo invisible, se manifestarán visiblemente en el mundo tangible y material.
Si la iglesia va a administrar riquezas celestiales aquí en la tierra, necesita más que nunca implementar un discipulado que genere madurez para administrar:
· Recursos / Riqueza - El Padre es dueño del oro y de la plata y nos hizo coherederos de las riquezas del reino, nosotros somos administradores de esas riquezas para la expansión del reino de Dios.
· Sabiduría - Tenemos la mente de Cristo. Sabios, entendidos en los tiempos, en finanzas, medicina, política, inventores, etc. El discipulado nos permitirá manifestar esa sabiduría bajo el orden del propósito eterno.
· Poder - Milagros, milagros creativos, don de fe, milagros financieros, gente operando en profecía.
¿Por qué piensas que en el libro de Hechos leemos que traían ofrendas y las dejaban a los pies de los apóstoles? (Hechos 4:32–34). Porque se dejó de amar al dinero, la fama y el protagonismo. Un discipulado efectivo produce la manifestación de Cristo en nosotros. Se ordena al designio existente desde antes de la fundación del mundo.
Los discípulos dejaron de lado el protagonismo, la fama, no amaron el dinero. Por el contrario, el amor de Cristo y la comprensión del propósito eterno les permitió abandonar los ídolos del corazón (religiosidad, fama, dinero, etc.) que muchos hoy persiguen, para enfocarse en lo eterno.
«Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman» (1 Corintios 2:9) NVI.
Acerca de este Plan
Después de la cruz, Jesús pasó cuarenta días con sus discípulos en un curso intensivo donde ya no habló por parábolas, sino que directamente reveló el plan eterno. Esta capacitación fue tan impactante que hizo que ninguno de ellos nunca más traicionara el propósito eterno que estaba sobre sus vidas. En estos días, nos proponemos develar en qué consistió este gran cambio. ¡Súmate a este transformador viaje de discipulado radical!
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Nos gustaría agradecer a American Bible Society / El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.americanbible.org/