La verdadera comisiónMuestra
La diferencia entre tiempo y tiempos
¿En qué tiempo estamos viviendo? Vivimos sin lugar a dudas en un tiempo de reforma, de cambio cual nunca antes. Ahora bien, hoy quisiera establecer una diferencia crucial entre tiempo y tiempos.
Luego de la cruz, se dio inicio a un tiempo en el cual no hay nada, que pueda detener ni influir sobre él. Se abrió el tiempo de cielos abiertos para los hijos de Dios. Comenzó el tiempo de Cristo sentado a la diestra del Padre. El reino de Dios no es algo que vendrá, su reino ya está en la tierra y Cristo está sentado a la diestra del Padre gobernando en su trono.
Sin embargo, los tiempos son diferentes para cada persona en virtud de la formación de la persona de Cristo en cada individuo. A medida que la persona de Cristo crezca y cada vez sea más tangible en mi vida, voy a ver crecimiento en niveles de autoridad y madurez.
A medida que la medida del Hijo de Dios crece en nosotros, podremos ver cómo este crecimiento permitirá que se nos abran puertas que jamás hubiésemos pensado que se abrirían para nosotros.
Todo tiene que ver con Cristo, todo comienza con Cristo y termina con Cristo. La agenda primordial de la vida de un hijo de Dios que tiene entendimiento y revelación, es la formación del hijo de Dios en su vida.
Hay personas que siguen creyendo que la bendición de Dios viene gracias a su comportamiento, a sus obras. Su modo de pensar suena así: «Si me comporto de acuerdo a lo que está escrito en la ley, Dios me tiene que bendecir. La bendición está directamente relacionada con mi comportamiento». Mantienen una mentalidad que se remite al Antiguo Testamento, al tiempo anterior a la cruz.
Hermanos, no olvidemos que, en Cristo, nosotros hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual (Efesios 1:3), porque estamos unidos a Cristo. Esto ya ha sucedido. Esta obra fue ejecutada por Cristo en la cruz del Calvario.
La diferencia que se evidencia en los creyentes tiene que ver con los tiempos de madurez, de crecimiento y las oportunidades que se abren cuando crecemos en Cristo. Esto nada tiene que ver con tu posición financiera o con tu posición social en la tierra. No es mérito nuestro, es Cristo obrando a través de nosotros.
Es por eso que el discipulado es tan importante. De la dimensión de lo invisible, esas bendiciones que Dios ya ha destinado para nosotros sus hijos, pasarán a manifestarse en lo visible en la tierra. Al mirar sin velo la imagen perfecta del Hijo de Dios, comenzamos no solo a ver sino también a reflejar la gloria de Cristo. Nos parecemos cada vez más a Cristo, y somos transformados a su gloriosa imagen. Todo esto es por causa de Cristo en mí.
Acerca de este Plan
Después de la cruz, Jesús pasó cuarenta días con sus discípulos en un curso intensivo donde ya no habló por parábolas, sino que directamente reveló el plan eterno. Esta capacitación fue tan impactante que hizo que ninguno de ellos nunca más traicionara el propósito eterno que estaba sobre sus vidas. En estos días, nos proponemos develar en qué consistió este gran cambio. ¡Súmate a este transformador viaje de discipulado radical!
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Nos gustaría agradecer a American Bible Society / El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.americanbible.org/