[Serie Dichosos los que sufren] Consuelo al quebrantado de corazón Muestra

Hay un tiempo para todo

Cuando pasamos por tiempos difíciles y dolorosos, nuestra reacción instintiva es la de querer que se acabe lo más rápido posible. Si tengo que atravesar el valle de sombra, más vale hacerlo rápido ¿no? ¿para qué dilatar el sufrimiento? Es también parte de nuestro instinto de preservación. No es negación. El dolor es real y enfrentarlo requiere valor. 

La lectura de este día se enfoca en un conocido pasaje de la Biblia que se encuentra en el libro de Eclesiastés. Pertenece a uno de los libros conocidos como libro de sabiduría o sapienciales. La sabiduría difiere del conocimiento y la inteligencia en cuanto a que la misma, tiene que ver con el conocimiento práctico. Consejos para la vida, para vivir mejor.

Aquí el escritor inspirado por el Espíritu Santo nos deja una palabra de vida, de aliento y consuelo. Nos enseña que, en este mundo, todo tiene su hora, su tiempo. Hay un tiempo para cada cosa. Hay un tiempo para nacer, y un tiempo para morir. Hay un tiempo para reír, y también para llorar. Hay un momento para plantar y otro para arrancar lo plantado. Hay momentos para construir y momentos para destruir. Hay un momento para estar de fiesta, y otro para estar de luto.

Hoy te animo a que tengas el coraje y el valor de reconocer en qué tiempo estás viviendo. Por más aterrador que te parezca, recuerda que tu Pastor te ha dicho que no temas porque él está contigo para infundirte aliento. Enfrenta el valle de su mano. Haz una pausa y pregúntate: ¿Qué estoy sintiendo? ¿Acaso tengo miedo de hablar sobre lo que me está pasando? ¿Tengo miedo de enfrentar el valle?

La única manera de superar el temor es enfrentándolo, no escapando de él. No tengas temor a este tiempo de luto. En la tierra, en este mundo, la muerte forma parte del orden natural creado. Hay un tiempo para todo, y este es el tiempo de luto. Hay que darse el permiso de llorar. Es sano llorar y hacer que la tristeza brote del interior. Ya vendrá el tiempo de fiesta y de risa. Es también parte de lo que vendrá. 

Hoy te invito a que tomes la mano de tu Pastor y que le permitas que te guíe a través del valle de las lágrimas. Enfrenta este tiempo de su mano. No temas, deja que en este tiempo, él tome tu corazón y sane tu interior. Deja que corran las lágrimas y que su presencia te cubra y te de consuelo. Recuerda que hay un tiempo para todo, el tiempo de la risa se acerca, atraviesa el valle con confianza en los brazos de tu amado Señor.