[Serie Dichosos los que sufren] Consuelo al quebrantado de corazón Muestra

Dichosos los que sufren

Muchos podrían decir que la visión que tenemos de la vida como seres humanos, depende completamente de la perspectiva a través de la cual vemos las cosas. Es increíble ver como dos personas, pueden ver la misma realidad, a través de lentes completamente diferentes. El lugar desde el cual miremos las cosas, puede cambiar por completo nuestra experiencia.

Seguramente has escuchado hablar del sermón del monte y de las bienaventuranzas. Al comienzo de su ministerio público, Jesús llevó a sus seguidores a un monte, y desde allí, comenzó a hablar acerca del reino de Dios. Desde ese lugar, desde lo alto, presentó a sus seguidores una nueva perspectiva, una mirada diferente de la vida. 

En cuanto al sufrimiento la perspectiva de Jesús es la siguiente: Dichosos los que sufren, porque serán consolados. 

Las palabras de Jesús nos dejan perplejos. ¿Alguna vez te has preguntado cómo puede ser posible que Jesús ponga juntas las palabras dicha y sufrimiento en una misma oración? ¿Acaso no es una contradicción? ¿Es posible ser feliz, dichoso, en medio del sufrimiento? 

La aparente contradicción surge de nuestra experiencia como seres humanos. No podemos unir la dicha, definida como la buena fortuna, la descripción de alguien al que le va bien; junto al sufrimiento. Ambos son como el agua y el aceite ¿verdad? Si vemos a alguien que está pasando por un momento duro, difícilmente diríamos: «¡Qué suerte tiene!». ¿No es así? Por el contrario, nuestro primer impulso es el de compadecernos y decir: «Pobrecito, ¡mira lo que le ha pasado! ¡Ay, no quisiera estar en su lugar!».

Y, sin embargo, Jesús llama a esta persona dichosa. Sin lugar a dudas su perspectiva es completamente diferente. Él llama afortunados, dichosos, felices, a los que sufren. ¿Sabes por qué? Porque recibirán consuelo. No sé tú, pero para mí, no hay nada más refrescante que recibir lo que necesitas en el momento indicado. Agua en el desierto.

Es posible que hoy te encuentres leyendo este devocional porque en estos momentos estás pasando por un valle de dolor. Quizá has perdido a un ser querido, a un amigo, o, a alguien importante para ti. Quiero que sepas que Jesús tiene palabras de consuelo para ti. A lo largo de estos días, miraremos el valle de dolor desde la montaña, desde la perspectiva de Jesús. 

El Señor será nuestro pastor y nos guiará junto a aguas de reposo, confortará nuestra alma. No temeremos recorrer el camino que tenemos por delante porque no estamos solos. Sus palabras nos infundirán aliento. 

Te invito a que al realizar la lectura bíblica de hoy, puedas reflexionar sobre lo que estás sintiendo y que pongas tu confianza y esperanza en que Dios te dará el consuelo que estás necesitando. 

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