El propósito eterno del Padre en el HijoMuestra

El orden de la expresión de la vida

Así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, constituyen un solo cuerpo. Muchas veces leemos el Nuevo Testamento, sin ver que se está revelando. ¿Qué analogía está presentando Pablo, en estos pasajes?, a la iglesia, el apóstol dice: el cuerpo son muchos miembros, así también es Cristo, no dice que la iglesia, sino Cristo. Cristo en la realidad, es expresado como vida a través de muchos miembros, es decir, su cuerpo. La iglesia es Cristo en su resurrección expresada por muchos, pero en una forma de vida que la cabeza establece. La forma de vida la establece Cristo, el cuerpo la expresa.

Al ver una cabeza de elefante, defines que es un elefante, imaginas inmediatamente lo que hace y cómo opera, pero si ves el cuerpo, y es el de una gallina, ¿qué encuentras?, ¡una incoherencia!, porque el que define la vida es la cabeza, por eso ese elefante no puede expresar su vida, porque el cuerpo que tiene no es compatible con su genética y diseño.

La iglesia no podrá manifestar el propósito, porque no expresa que es el cuerpo de Cristo. Eres Cristo expresado en el cuerpo, esa es la iglesia. Cuando vemos esto, no nos podemos engañar los unos a los otros, porque, ¿cómo vamos a hacerle eso a quien es Cristo? ¡Debemos honrarlo y valorarlo! 

La iglesia es Cristo, expresado en un orden mayor, por un cuerpo que contiene su vida. En mí, Él expresa su vida. La iglesia, no es esa organización, ni asunto de ilusión mía, sino del orden o diseño que está creado en Él. El cuerpo tiene la expresión de la vida, la que define los parámetros, las fronteras y el diseño.

Hemos operado más por imaginación, que por iluminación. Como somos muy adánicos, tenemos mucha capacidad de inventar. Con el cuerpo de Cristo, por imaginación, hemos pensado: la iglesia es o hace. La vida no la defines tú, puedes poner otro brazo al cuerpo, pero la cabeza no lo puede hacer funcionar, ¿por qué? Porque esa adición artificial que pusiste no es orgánica, no responde a la vida. ¿Quién da ese orden de vida? La cabeza define el orden de vida, no nosotros. Cristo como cabeza debe ser expresado.

Debemos tener mucho discernimiento del Espíritu, para saber qué es lo que Dios quiere que se exprese. La cabeza define la naturaleza, forma del cuerpo y la función de los miembros. No pongamos cabeza de elefante, en cuerpos de gallina, no es natural y no van a operar.