Fe y teología: Dr. John MacArthur. Preguntas y respuestasMuestra

¿Cuál debe ser la actitud del creyente ante al sufrimiento?

En 2 Tes. 1: 4, Pablo habla de la “paciencia y la fe” de los tesalonicenses. De ninguna manera fue más evidente su crecimiento en la fe y el amor que en la forma en que soportaron paciente y fielmente las hostilidades y el sufrimiento causados por los enemigos de Cristo. Aunque no había necesidad de decirlo, ya que la vida de los tesalonicenses hablaba con bastante claridad (1Tes 1: 8), el gozo de Pablo ante el Señor por su perseverancia se manifestó.

Tener una actitud correcta hacia el sufrimiento (v. 5) es esencial, y esa actitud requerida es la preocupación por el Reino de Dios. No estaban centrados en sí mismos sino concentrados en el Reino de Dios. Su enfoque no estaba en la comodidad, la realización y la felicidad personal, sino en la gloria de Dios y el cumplimiento de sus propósitos. No se quejaban de la injusticia de sus persecuciones. Más bien, estaban soportando pacientemente los sufrimientos que no merecían (v. 4). Esta misma actitud era "evidencia manifiesta" o prueba positiva de que el proceso sabio de Dios de purgar, purificar y perfeccionar a través del sufrimiento estaba obrando para hacer que Su amado pueblo fuera digno del Reino (2: 12) al ser perfeccionado (Stgo. 1: 2–4; 1 Ped. 5: 10).

Para los creyentes, se esperan aflicciones (1Tes. 3: 3) mientras viven y desarrollan un carácter cristiano en un mundo satánico. El sufrimiento no debe ser considerado como evidencia de que Dios los ha abandonado, sino como evidencia de que Él está con ellos, perfeccionándolos (Mat. 5: 10; Rom. 8: 18; 2 Cor. 12: 10). Así que los tesalonicenses demostraron que su salvación, determinada únicamente por la fe en el Señor Jesucristo, era genuina porque ellos, como Cristo, estaban dispuestos a sufrir por Dios y Su Reino. Sufrieron injustamente como objeto de la ira del hombre contra Cristo y Su Reino (Hechos 5: 41; Fil. 3: 10; Col. 1: 24).