Fe y teología: Dr. John MacArthur. Preguntas y respuestasMuestra

¿En qué se diferencia la fe genuina de la psicología del pensamiento positivo?

El desagrado de Jesús por la incapacidad de sus discípulos para expulsar el demonio del niño epiléptico se percibe en las palabras: “Generación incrédula y perversa, ¿hasta cuándo tendré que estar con ustedes?” (Mateo 17:17).

En privado, los discípulos le preguntaron a Jesús: “¿Por qué no pudimos echarlo fuera?”. (v.19). Cuando Cristo envió a los discípulos (Mat.10:6-8), les encargó explícitamente que hicieran este tipo de milagros. Menos de un año después, fracasaron donde antes habían tenido éxito. La explicación de Cristo por su fracaso fue que su fe era deficiente (v. 20). La deficiencia no consistía en la falta de confianza; se sorprendieron porque no pudieran expulsarlo. El problema seguramente residía en no haber hecho de Dios, en lugar de sus propios dones, el objeto de su confianza.

La verdadera fe, incluso “fe como un grano de mostaza” (v. 20), según la definición de Cristo, siempre implica rendirse a la voluntad de Dios. Lo que estaba enseñando aquí no se parece en nada a la psicología del pensamiento positivo. Él estaba diciendo que tanto la fuente como el objeto de la fe genuina, inclusive la fe débil, como el grano de mostaza, es Dios. Y “para Dios no hay nada imposible” (Lc 1,37). Aquí, Cristo asume el pensamiento con el requisito exigido que es categóricamente añadido en 1Juan 5:14, lo que pedimos debe ser “según Su voluntad”.