Dulce y humilde: un devocional de 14 díasMuestra
La Justificación está atada a lo que Cristo hizo en el pasado. La intercesión es lo que Él está haciendo en el presente. Lo pienso de esta forma: el corazón de Cristo es una firme realidad que fluye en el tiempo. No es como si su corazón latiera por su pueblo cuando estuvo en la tierra, pero ya se ha disipado ahora que está en el cielo.
No es como si su corazón hubiera fluido hacia una ráfaga de misericordia que lo llevó directo a la cruz y ahora ya se ha enfriado, acomodándose a una amable indiferencia. Su corazón es atraído hacia su pueblo, ahora igual que en su estado de encarnación.La manifestación de su corazón por su pueblo es su constante intercesión a su favor.
La intercesión se aplica a la expiación lograda. El regalo celestial de intercesión de Cristo a nuestro favor es un reflejo de la llenura, victoria y plenitud de su trabajo terrenal, no un reflejo de la falta de ningún vacío en ello.
Adentrándonos más profundamente, la intercesión de Cristo refleja lo profundamente personal que es nuestro rescate. Si supiéramos de la muerte y resurrección de Cristo, y no de su intercesión, estaríamos tentados a ver nuestra salvación meramente como una fórmula.
Se sentiría más como algo automático y mecánico de lo que es verdaderamente Cristo. Su intercesión por nosotros refleja su corazón—el mismo que cargó durante su vida y hasta la muerte a favor de su pueblo. Es el corazón que ahora se manifiesta en constante súplica, recordándonos y prevaleciendo sobre el Padre que siempre nos da la bienvenida.
La doctrina de la presente intercesión celestial de Cristo ha sido descuidada hoy día. Esto es lamentable, ya que es una verdad consoladora que fluye desde su corazón. Mientras que la doctrina de la expiación nos tranquiliza con lo que está haciendo en la actualidad.
Si vives en Cristo, tienes un intercesor, un mediador presente día a día, alguien celebrando felizmente con su Padre, la razón abundante para los dos de acogerte en su profundo corazón.
Nuestros pecados van hasta lo más lejano. Pero su salvación va también a lo más lejano. Su salvación siempre sobrepasa y abruma nuestros pecados, porque Él siempre vive para interceder por nosotros.
Escritura
Acerca de este Plan
Explora el corazón de Cristo por los pecadores y por aquellos que sufren, con una breve lectura diaria de las Escrituras y una meditación que refleja un aspecto particular del corazón de Dios y de Cristo. Comprende no solamente lo que Jesús hizo por ti, también lo que piensa de ti. De esta manera podrás ser cambiado de una manera profunda y duradera.
More