Dulce y humilde: un devocional de 14 díasMuestra
¿Quién es Dios?
Si pudiéramos escoger solamente un pasaje del Antiguo Testamento para contestar esa pregunta, sería muy difícil algo mejor que Éxodo 34. Dios se revela a Moisés, dejando pasar su gloria al lado de él, a quien Dios colocó en la hendidura de una roca.
Éxodo 34:6-7 no es una única descripción, o un comentario periférico pasajero. En este texto, escalamos al mismísimo centro de quién es Dios.
"Misericordioso y piadoso". Estas son las primeras palabras salidas de la boca de Dios después de haber proclamado Su nombre ("el Señor", o "Yo Soy"). Las primeras palabras. Las únicas dos palabras que Jesús usa para describir su propio corazón son gentil y humilde. Las primeras dos palabras que Dios usa para describir quién es Él son misericordioso y piadoso.
Dios no revela Su gloria como "El Señor, el Señor exacto y preciso" o "El Señor, el Señor tolerante y permisivo," o "El Señor, el Señor desilusionado y frustrado". Su mayor prioridad y más profundo deleite, y su primera reacción—su corazón—es misericordioso y piadoso. Él se acomoda gentilmente a nuestros términos en vez de abrumarnos con los suyos.
La asimetría de Éxodo 34:6-7 nos sorprende. La misericordia y el amor se extienden vastamente; la justicia retributiva se reconoce, pero casi como una idea tardía necesaria. La vida Cristiana, desde un punto de vista, es un largo recorrido para ir dejando de suponer quién es Dios, por muchas décadas, desprenderse, reemplazando lentamente la insistencia de quién es Él.
Este es un trabajo arduo. Se requiere de muchos sermones y mucho sufrimiento para creer que lo más profundo del corazón de Dios es "misericordioso y piadoso, y lento para la ira".
La caída en Génesis 3 no solamente nos lleva hacia la condenación y al exilio. La caída también atrinchera nuestra mente en oscuros pensamientos de Dios, pensamientos que solo están señalados en múltiples exposiciones del evangelio por muchos años.
Tal vez, la mayor victoria que Satanás tiene hoy sobre tu vida no es el pecado en el cual recaes regularmente, pero sí en los pensamientos oscuros que tienes sobre el corazón de Dios, lo que genera que sigas ahí pecando y así mantenerte enfriado y que no despiertes.
Nos hablan del muy profundo corazón de Dios en Éxodo 34. Pero también nos muestran ese corazón en el carpintero Galileo. Jesús testifica que este fue su corazón a través de toda su vida y lo comprueba al ir a una cruz romana, descendiendo al infierno de los abandonados por Dios en nuestro lugar.
Escritura
Acerca de este Plan
Explora el corazón de Cristo por los pecadores y por aquellos que sufren, con una breve lectura diaria de las Escrituras y una meditación que refleja un aspecto particular del corazón de Dios y de Cristo. Comprende no solamente lo que Jesús hizo por ti, también lo que piensa de ti. De esta manera podrás ser cambiado de una manera profunda y duradera.
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