Dulce y humilde: un devocional de 14 díasMuestra

Dios nos llama a buscarlo, a hablarle, e incluso invita al malvado a que regrese al Señor. ¿Qué pasará cuando hagamos esto? Dios tendrá "compasión" de nosotros. El paralelo de la poesía en Hebreos nos da otra manera de decir que Dios ejercerá compasión hacia nosotros: "Él nos perdonará abundantemente". Este es un profundo consuelo para nosotros mientras nos encontramos alejados una y otra vez del Padre, buscando calma en nuestra alma, en cualquier otro lugar, menos en Su amparo e instrucción. 

Regresando a Dios en verdadero arrepentimiento, aunque avergonzados y repudiándonos a nosotros mismos, Él no nos perdonará tibiamente. Él nos dará perdón en abundancia. Él no nos acepta a medias. Él nos recoge en sus brazos nuevamente. 

Pero notemos lo que hace el texto enseguida. Los versículos 8 y 9 nos llevan hacia lo profundo de su compasión y abundante perdón, y el versículo 7 se expresa con este mismo lenguaje. Esto nos habla de lo que hace Dios. Pero en los versículos 8 y 9—cuando nos habla de que las maneras de Dios no son como las nuestras, y que sus pensamientos tampoco son como los nuestros—no solamente nos dice lo que Dios hace, de hecho está cavando más profundo dentro de quién es Él. 

Cuando Isaías 55 dice que hay un seguimiento de las promesas de compasión y abundante perdón de Dios al decirnos que sus pensamientos y sus maneras no son como las nuestras, es Dios diciéndonos que no podemos ver sus expresiones de misericordia con nuestros viejos ojos. Nuestra propia visión de Dios debe cambiar. 

¿Qué le diríamos a un niño de 7 años, que al haber recibido su regalo de cumpleaños que le ha dado su padre, inmediatamente lucha por alcanzar su alcancía de ahorros para tratar de pagárselo? Qué doloroso para el corazón de un padre. Ese niño debe cambiar su propia visión de quién es su padre y lo que a él le deleita hacer.

El corazón compasivo de Dios confunde nuestras predilecciones intuitivas sobre cómo Él ama para responderle a su pueblo, si ellos pudieran sentar en su regazo la ruina y la destrucción de sus propias vidas. 

Él no es como tú. Incluso el amor humano más intenso es apenas un leve eco de la abundancia que cae del cielo. Sus considerados pensamientos hacia ti superan lo que puedas siquiera concebir. Él se propone restaurarte en el radiante resplandor para la cual fuiste creado. 

Y eso no depende de mantenerte limpio por ti mismo, sino en llevar tu desorden a Él. Él no se limita a trabajar con las partes intactas que han permanecido después de una vida entera de pecado. 

Su poder corre tan profundamente que Él es capaz de redimir las peores partes de nuestro pasado hacia las más radiantes partes de nuestro futuro. Pero necesitamos entregarle esas oscuras miserias a Él.

Cuando Jesús apareció setecientos años después de que Isaías profetizara y revelara Su más profundo corazón como "gentil y humilde", estaba comprobando de una vez por todas que la gentil humildad es, en efecto, el lugar donde Dios habita. Esto es lo que Él hace. Es quien Él es. Sus caminos no son los nuestros.