Iivesi zeBhayibhile ezithandwayo ezisuka MATEO 6

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Mas busquen primeramente el reino de los cielos y su justicia, y todas las demás cosas les serán añadidas.

En conclusión, no estén ansiosos por el día de mañana, vivan el momento y disfruten la vida, porque el mañana no está garantizado, y si llega, traerá sus propias preocupaciones. Cada día tiene ya sus propios problemas.

Por tanto les digo esto: No se obsesionen con las cosas de esta vida, qué han de comer o qué han de beber, ni tampoco idolatren su cuerpo, con qué ropa se han de vestir; ¿acaso la vida no es más importante que el alimento, o el cuerpo más importante que la ropa?

Más tú, cuando ores, entra en tu mundo interior y cierra totalmente las puertas de tu corazón, para evitar los ruidos que vienen del mundo exterior, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará.

Ustedes oren de la siguiente manera: Padre nuestro que estás en los cielos; sea santificado tu nombre a través de mi buen testimonio. Establece tu reino pronto; que tu voluntad resplandezca tanto en el cielo como en la tierra.

Nuestra comida de cada día, dánosla hoy.

Perdona nuestros pecados, así como debemos perdonar a los que nos han hecho daño.

Y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos de todo mal.

Si ustedes perdonan a las personas que les ofenden, también el Padre Celestial, les perdonará a ustedes

Miren las aves del cielo, que no siembran, ni cosechan, ni guardan comida en graneros y el Padre Celestial las alimenta diariamente; ¿acaso ustedes no tienen la consciencia de que son más importantes para el Padre que las aves?

No pierdan su tiempo acumulando riquezas en la tierra, donde la polilla y la descomposición las hacen desaparecer, y también los ladrones las roban y las destruyen; más bien, hagan riquezas en el cielo, donde ni la polilla, ni la descomposición las pueden destruir, ni tampoco los ladrones las pueden robar. Donde esté tu riqueza, allí estará su corazón.

Nadie puede servir a dos señores, porque odiará a uno y amará al otro, o al revés; así que no pueden servir a Dios y al mismo tiempo idolatrar a las riquezas.

Si la hierba del campo hoy existe, y mañana ya no existe porque es echada al horno y así mismo Dios la viste, ¿no creen que Dios hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?

Cuando hagas el bien, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, es decir, sean discretos, para que las buenas obras que hagan a los necesitados siempre sean en secreto y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.

No hagan las buenas obras para ganar reputación y fama delante de los hombres; de lo contrario no van a ganar el premio que tienen con el Padre Celestial.

Cuando ayunen, no pongan la cara triste, como los hipócritas, ya que ellos desfiguran sus rostros para aparentar ante los hombres que están ayunando; de cierto les digo, ellos ya recibieron su propia recompensa. Pero ustedes, cuando estén ayunando, báñense y perfúmense, para que la gente no se dé cuenta que están ayunando, más bien, su Padre Celestial, lo sabe y recompensará en público lo que hacen en secreto.