Viviendo transformadoMuestra
Perdón
Soy conocida por apegarme a heridas del pasado. Aún puedo nombrar a las diferentes personas quienes me lastimaron años atrás, a pesar de que probablemente ellas no me recuerden.
En la escuela primaria cuando le dije a mi clase que quería ser actriz, un niño dijo que lo más cercana que llegaría a ser de una actriz sería ser el doble de un perro para Lasie.
Tenía dos opciones: dejarlo pasar o vivir cargando el peso que viene de sujetarse a una herida. No perdonar es una horrible amargura que anida dentro nuestro. Y a menudo, cuando estás lastimado y la amargura está enterrada profundamente en ti, te consume y es lo que sacas por tu boca hacia otros.
Perdonar a quienes te han herido no es negar que haya ocurrido o que no importa, o que está bien. Tampoco significa asumir la culpa o la vergüenza de algo que no hicimos y no causamos. Perdonar es un acto de amabilidad a ti mismo para que puedas sanar y avanzar.
Algunas mujeres pueden perdonar a todos lo que las hayan herido, pero luchan por perdonarse a ellas mismas. Eso no es lo que Dios quiere. Si Dios dice que nuestro pecado está en el fondo del océano, no debemos usarlo todos los días como un saco.
Más allá de la fuente de tu herida; infligida en ti misma o por otros; el perdón ayuda a salir de las circunstancias que nos pesan y caminar en lo que Dios tiene para ti. Me niego a vivir bajo las etiquetas dichas sobre mí, y también debes hacerlo tú.
Creo que no puedes construir el futuro que Dios ha planificado para ti porque estás distraída mirando al pasado. Si permites que el hecho de no perdonar se identifique con quien eres, esto puede fácilmente convertirse en algo que no te permite avanzar.
¿Continué con idea de ser una actriz? No. Pero eso no era lo que Dios tenía planificado para mí. Si hubiese continuado con esa herida e intentado probarle a ese niño que estaba equivocado persiguiendo una carrera de actriz, quizás hoy no estaría liderando el Ministerio de Mujeres Cambiadas ni viendo las vidas de mujeres cambiar por compartirles la verdad de Dios.
No pierdas el propósito de Dios para ti por no poder perdonar. Entiende que lo que has hecho o lo que te fue hecho a ti no te define. Elige vivir en libertad, lista para que Dios te revele Su propósito para tu vida.
Acerca de este Plan
¿Te sueles comparar con otros o con los estándares de lo que significa ser mujer en la sociedad? ¿Qué pasaría si, en cambio, te definieras a ti misma por lo que Dios dice sobre ti y aprendieras cómo combatir esas mentiras del enemigo? Este plan te ayudará a vivir cada día con esperanza y confianza en Cristo, sabiendo que tu identidad solo reposa en Él.
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