Viviendo transformadoMuestra
Identidad
Somos creados únicos. Entonces ¿por qué nos comparamos con otros? No seremos como otros, y no se supone que lo seamos. Dios sabía exactamente qué estaba haciendo cuando nos creó a cada uno. Se tomó el tiempo para crearnos minuciosamente cada detalle perfecto para cada propósito que Él había planificado. Lucimos como lucimos y somos de la forma que somos porque Dios quería usar nuestra unicidad para Su gloria.
En mis tempranos 20 años, estaba atrapada en medirme con mis amigos, la mujer con quien me cruzaba en la calle, y aún con actrices de Hollywood, deseando ser perfecta. Deseando tener otro talle de ropa, otras habilidades, o personalidad. Pero Dios no comete errores. Esas cosas que yo quería cambiar sobre mí, habían sido elegidas para mí por el Creador de los cielos y la tierra.
Cuando miras la creación de Dios en la naturaleza, no criticas la forma de una montaña o te quejas sobre la flora o fauna del lugar. Sólo aceptas lo hermoso a pesar—y quizás aún más por sus imperfecciones. Pero nos quejamos sobre nosotros. Y al hacerlo, estamos deshonrando a nuestro Creador y diciéndole, "Tu obra maestra está defectuosa."
¿Puedes pensar en algún proyecto en que hayas trabajado duro para realizarlo? Quizás pasaste horas obsesionándote sobre cada pequeño detalle hasta que estuvo absolutamente perfecto. Tenemos que comprender esto, así es como Dios nos ve; como una obra maestra única y perfecta. Piensa en los detalles intrincados de tus huellas dactilares. Cada persona es tan única que aún los detalles microscópicos no son iguales de persona a persona. Cada detalle, aún el cabello de tu cabeza; fueron pensados y planificados cuidadosamente.
Y aún así nos comparamos con alguien con una cintura más pequeña o hijos más obedientes, o una casa más linda; ¡o lo que sea! Pero entiende esto: una obra maestra no puede ser replicada o duplicada. Es única en su tipo.
Debemos dejar la comparación. Dejar de desafiar a lo que Dios dice de nosotros. Dejar de creer las mentiras del enemigo. Dejar de creer lo que la gente del mundo nos dice, y recordar lo que es verdadero. Recuerda lo que Dios dice de ti en Su Palabra. De ahí es donde tu identidad debe venir, sabiendo que tú eres Suya y Él te llamó hermosa.
Acerca de este Plan
¿Te sueles comparar con otros o con los estándares de lo que significa ser mujer en la sociedad? ¿Qué pasaría si, en cambio, te definieras a ti misma por lo que Dios dice sobre ti y aprendieras cómo combatir esas mentiras del enemigo? Este plan te ayudará a vivir cada día con esperanza y confianza en Cristo, sabiendo que tu identidad solo reposa en Él.
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