Salmo 19: La suficiencia de la palabra de DiosEjemplo

La suficiencia de la palabra de Dios – Parte V

• El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos (Salmo 19:8b).

El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. “Esta es una palabra sacada de la esfera de un oficial o capataz, y de aquel hombre que es responsable de mirar con detenimiento una situación para tomar acción… Así que la palabra señala la instrucción particular del Señor, como de aquel a quien le importa el detalle" (Kidner).

Estos preceptos del Señor son "puros", lo que significa que son esclarecedores, claros. Hacen que las cosas oscuras vengan a la luz y sean manifiestas. La Escritura da luz a los que están en la oscuridad acerca de los caminos de Dios. El salmista escribe: "lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino" (Salmo 119:105). Por medio de los preceptos, Dios alumbra los ojos de todo aquel que quiere andar en sus caminos. Tal camino, al ser ordenado con pureza, conduce la santidad y la rectitud.

“Ya que la palabra de Dios viene de un Dios que en sí mismo es puro y santo, es en sí misma pura. Un Dios puro no puede comunicarse de otra manera, sino desde la pureza. No puede ser de otro modo, porque todo lo que sale de la boca de Dios, está exento de imperfecciones morales. Por lo que ningún precepto nos conducirá a nada que moralmente sea malo. Luego, al obedecer el precepto, éste nos hace partícipes de su pureza.

Nunca debemos de preocuparnos sobre la palabra de Dios en que conducirá a las personas hacia el pecado o la impureza; si esto parece haber sucedido, es evidencia de que las Escrituras han sido torcidas (2 Pedro 3:16)” (Enduring Word). La exposición de la palabra de Dios alumbra y hace entender a los simples (Salmo 119:130). La palabra de Dios, es como una puerta abierta, deja entrar la luz, o el conocimiento.

Al alumbrar los ojos traerá la alegría, el consuelo, el conocimiento y la confianza que brinda una luz en medio de las tinieblas.