Salmo 19: La suficiencia de la palabra de DiosEjemplo

La suficiencia de la palabra de Dios -Parte III

• El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo (simple) (Salmo 19: 7b).

La palabra de Dios es fiel (firme, verificada, confirmada), al ser confiable y certera. Como escribiría el salmista en el Salmo 119:89: Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos.

La palabra testimonio está relacionada con la palabra testigo. La palabra de Dios testifica al hecho de quién es Dios. La palabra “testimonio” quiere decir la revelación de sí mismo que Dios nos ha dado en su palabra. Testimonio habla de la Escritura como un testigo divino.

La palabra de Dios contiene y transmite al hombre el testimonio abierto y directo de quién es Dios y cómo obra.

La palabra de Dios es fiel (seguro), al ser confiable, estable, inamovible y certera. “Fiel” significa que su testimonio es inquebrantable, estable, inamovible, inconfundible, confiable y digno de confianza. Proporciona una base sobre la cual construir nuestras vidas y destinos eternos. El testimonio de Dios es tan cierto que se puede confiar en él; tan bien establecido, que no puede ser sacudido.

Podemos depositar nuestra confianza en la fidelidad (firmeza, veracidad) de la palabra de Dios, que siempre es confirmada por el mismo Dios. Dios respalda en forma absoluta su palabra para que siempre se cumpla, tal como lo expresa Jeremías 1:12: “…yo apresuro mi palabra para ponerla por obra”. En hebreo significa: yo tengo en cuenta, respaldo, sostengo, protejo mi palabra para que se cumpla.

La palabra de Dios hace sabio al sencillo (al inmaduro, fácil de engañar)

Ya que la palabra de Dios es fiel y segura, hace la obra de hacer sabio al sencillo. La confianza que inspira la fidelidad, la inerrancia e infalibilidad de la palabra de Dios, hace que el creyente crea en las promesas de Dios, y accione con fe. De esta forma la palabra de Dios provee una educación tan grande que hace literalmente sabio a la persona de sencilla educación.

La palabra hebrea traducida “sencillo” viene de una expresión que significa “una puerta abierta”. Representa la imagen de una persona inocente que no sabe cuándo cerrar su mente a la enseñanza falsa o impura. Esa persona es falta de discernimiento, ignorante, crédula. Pero la palabra de Dios la hace sabia. “Sabio” no simplemente en el sentido de conocer los hechos, sino de alguien que es hábil en el arte de la vida piadosa. Él se conoce las Escrituras y somete a Ella y sabe cómo aplicarla a sus circunstancias, se conduce con sabiduría. De esta manera, la palabra de Dios toma una mente simple y sin discernimiento, y la capacita (ayuda a adquirir madurez) en todas las cuestiones de la vida. Esto contrasta con la sabiduría de los hombres, que en realidad es necedad. Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, porque siempre están conmigo. Más que todos mis enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditación. Más que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos (Salmo 119:98-100).

¿Porque se puede confiar completamente el testimonio de Dios?

Porque es fiel. Las obras de sus manos son verdad y juicio; fieles son todos sus mandamientos (Salmo 111:7). Tus testimonios son firmes (muy fidedignos, confiables) (Salmo 93:5). "La exposición de tus palabras alumbra; da entendimiento a los simples..." (Salmo 119:130).

El profeta Ezequiel declara que la palabra de Dios se cumplirá. Porque yo, el SEÑOR, hablaré, y toda palabra que diga se cumplirá. No se demorará más, sino que en vuestros días, Oh casa rebelde, hablaré la palabra y la cumpliré, declara el Señor DIOS (Ezequiel 12:25).