Mi visión y Mi Respuesta

Las vidas de Pablo, David y Abraham fácilmente podrían haber terminado en un estancamiento si no hubiera sido por la misericordia y la intervención de Dios. Cada uno de ellos fue llamado por Dios y respondió entregándole todo a Él. Sin su obediencia y fidelidad, no tendríamos ejemplos increíbles de cómo la visión de Dios transformó sus vidas.

Debido a su entrega y búsqueda de la presencia de Dios, se encontraron con una visión mucho más allá de lo que podrían haber imaginado. Dios satisfizo su intencionalidad con Su propósito divino.

¿Qué tienen en común estas historias?

1. Entrega: Cada uno de estos hombres entregó sus vidas por el bien del llamado de Dios, lo que los calificó para el poder y la visión de Dios. Pablo entregó su celo religioso y su justicia propia, David entregó sus inseguridades como el "más pequeño" de su familia, y Abraham entregó su comodidad y su vida pasada. Su entrega abrió la puerta para recibir una visión de Dios.

2. Buscar la presencia de Dios: No persiguieron lo que Dios podía darles. En cambio, buscaron Su presencia. Mientras lo hacían, Dios les dio dirección y visión para sus vidas, llenándolas de propósito y claridad.

3. Alineación con la visión de Dios: Una vez que recibieron la visión de Dios, su vida diaria se volvió más enfocada. Cada día, se alineaban más estrechamente con el propósito de Dios, diciendo "no" a las distracciones y "sí" al llamado de Dios. Su camino se hizo más estrecho, pero su caminar con Dios se hizo más fuerte.

4. Dios usa a los humildes: Cada uno de estos hombres era considerado insignificante según los estándares mundanos. Pero Dios a menudo usa a aquellos a quienes el mundo pasa por alto. Como dice la Escritura:

"Dios escogió lo vil del mundo y lo despreciado, y lo que no es, para anular lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia" — 1 Corintios 1:28-29.

Aplicación: Entrega: ¿Estás dispuesto a entregar tus planes, tu pasado e incluso tu percepción de quién eres, tal como lo hicieron Pablo, David y Abraham? Dios puede estar llamándote a dejar ir algo hoy para abrazar completamente Su visión para tu vida.

Busca la presencia de Dios: Pablo pasó años en oración y estudio antes de asumir su llamado, David desarrolló su relación con Dios cuando era un pastorcillo y Abraham esperó hasta los 75 años para comenzar su viaje con la visión de Dios. Busca la presencia de Dios con intencionalidad, a través de la oración, el ayuno o incluso haciendo un retiro. Dios te encontrará en tu búsqueda y aclarará Su visión.

Busca Su visión: Una vez que Dios te dé una visión, comprométete a alinear tu vida con ella, incluso si eso significa limitar tu enfoque y tomar decisiones difíciles. La visión de Dios le dará dirección y propósito a tu vida, una decisión a la vez.

“La visión de Dios para tu vida definirá tu camino y guiará tus decisiones. Sin Su visión, corres el riesgo de vagar sin propósito, pero con ella, puedes experimentar una vida de claridad, alegría y plenitud en la presencia de Dios”.

Por qué es importante: Cuando entregas tu visión a Dios, no solo estás persiguiendo tus propias metas, sino que estás dando un paso hacia el sueño de Dios para tu vida. Como se vio en las vidas de Pablo, David y Abraham, la visión de Dios los transformó y les permitió cumplir un propósito mucho mayor que sus propias ambiciones.

Testimonio: Recuerdo una época en la que me sentía como si estuviera viviendo en piloto automático, haciendo las cosas sin propósito ni dirección. Durante un viaje a Israel, mientras oraba sobre el Mar de Galilea, le pedí a Dios que aclarara Su visión para mi vida. Él me respondió diciéndome que Su plan se volvería tan claro para mí como el sol naciente. Ese momento cambió mi vida y me comprometí a perseguir la visión de Dios.

¿Y tú? Tal vez te sientas perdido o inseguro, sin saber a dónde ir o qué hacer a continuación. Dios tiene una visión para ti, algo más grande que cualquier cosa que puedas imaginar. Pero comienza con la rendición. ¿Estás dispuesto a dejar ir lo que es cómodo para abrazar Su visión?

"La senda de los justos es como la luz de la mañana, que va en aumento hasta que el día es perfecto" — Proverbios 4:18.

Responde hoy:

1. Para aquellos que no tienen una relación con Jesús: Si has estado viviendo en la oscuridad, sintiéndote perdido y sin propósito, hoy es el día para entregar tu vida a Jesús y recibir Su visión para tu futuro. Invita a Jesús a tu corazón diciendo: Te recibí como mi Señor. Haz una oración íntima de salvación, esto es entre tú y Dios.

2. Para aquellos que tienen una relación con Jesús pero buscan claridad en la visión de Dios: Así como Dios me dio claridad en el Mar de Galilea, Él revelará Su visión para tu vida. Ya sea a través de un sueño, una palabra profética o un recuerdo, Dios lo aclarará. Aférrate a lo que Él te revela y haz un pacto con Él hoy para perseguir Su sueño para tu vida.

Deja que la visión de Dios defina tu camino, dirija tus pasos y te llene de un sentido de propósito que solo Él puede darte.

Pensamientos finales: Al llegar al final de este Plan Bíblico, quiero dejarte un poderoso recordatorio: la visión de Dios para tu vida no solo es más grande que cualquier cosa que puedas imaginar, sino que también está diseñada exclusivamente para ti. Cuando te entregas a Su plan y buscas Su presencia, Él guiará tu camino y revelará un propósito que transformará tu vida.

Mi oración por ti es que a esta altura tengas claros los pasos que debes dar, las conversaciones que necesitas tener y las decisiones que necesitas tomar con respecto a tu vida y, si estás casado, hazlo junto con tu cónyuge. No demores este momento. Actúa rápidamente con el permiso de Dios, confía en mí cuando te digo que será la mejor decisión que puedas tomar.

Ya sea que recién estés comenzando a buscar la visión de Dios o que hayas estado caminando en ella durante años, recuerda que Su dirección brinda claridad, paz y satisfacción. Mantente fiel en buscarlo, confía en Su tiempo y observa cómo Él moldea tu viaje de maneras que nunca pensaste que fueran posibles.

Ahora es el momento de dar un paso de fe, alinear tu vida con Su visión y vivir una vida que glorifique a Dios. Su visión no solo definirá tu camino, sino que también guiará cada decisión que tomes, llevándote a un futuro lleno de propósito y dirección divina.