3 personas que recibieron y siguieron la visión de Dios Parte 2: David

David era solo un pastor joven, ignorado y subestimado incluso por su propia familia. Mientras que otros lo veían como el candidato menos probable, Dios vio su corazón. La apariencia exterior de David no le importaba a Dios; lo que importaba era la condición de su corazón.

"Pero el Señor le dijo a Samuel: 'No te fijes en su apariencia ni en su estatura, porque lo he rechazado. El Señor no mira lo que la gente mira. La gente mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón' " — 1 Samuel 16:7.

A pesar de que Samuel tenía muchas opciones ante él, se mantuvo conectado a la voz de Dios. Dios sabía exactamente a quién había elegido.

"Siete de sus hijos fueron presentados ante Samuel, pero Samuel le dijo: 'El Señor no ha elegido a estos'. Entonces le preguntó a Jesé: '¿Son estos todos tus hijos?'"—Queda todavía el más joven —respondió Jesé—. Está apacentando las ovejas. —Haz que lo llamen, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que llegue" —1 Samuel 16:10-11.

Cuando David llegó, la elección de Dios fue clara. A pesar de que su familia lo había pasado por alto, Dios había apartado a David para algo extraordinario.

“Entonces el Señor dijo: Levántate y úngelo; éste es. Entonces Samuel tomó el cuerno del aceite y lo ungió en presencia de sus hermanos, y desde ese día el Espíritu del Señor vino poderosamente sobre David” —1 Samuel 16:12-13.

Aplicación: Es posible que te sientas no calificado o insignificante, como si fueras el “más pequeño de los más pequeños”. Tal vez pienses que no tienes lo necesario para cumplir la visión de Dios para tu vida. Pero no te descalifiques, Dios no lo ha hecho. Al igual que David, Dios ve tu corazón, no tus circunstancias externas ni tus limitaciones. Aún hay tiempo y oportunidad para que entres en el plan de Dios.

David nunca podría haber imaginado que Dios lo haría rey de Israel o que sería recordado como un hombre conforme al corazón de Dios. No podría haber previsto la promesa que Dios le hizo: que a través de su linaje, vendría el Salvador del mundo.

“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre, son todas las que Dios ha preparado para quienes lo aman” — 1 Corintios 2:9.

Si confías en la visión de Dios, Él te usará de maneras que van más allá de lo que puedas imaginar, tal como lo hizo con David.

Paso de acción: Hoy, tómate un momento para reflexionar sobre la historia de David. Pregúntate: ¿Hay áreas en tu vida en las que te sientes ignorado, no calificado o insignificante? Lleva esos sentimientos ante Dios en oración. Pídele que te ayude a verte como Él te ve, no en base a tus circunstancias externas, sino en el corazón que Él te ha dado.

¿Qué decisión puedes tomar hoy para algo que has pospuesto porque te descalificaste? ¡Da un paso audaz hoy! Atrévete a comenzar algo que Dios te ha dicho que hagas y no esperes más.

Escribe cualquier pensamiento o impresión que Dios ponga en tu corazón. Recuerda que, sin importar dónde te encuentres ahora mismo, Dios tiene un plan y una visión para tu vida que es mayor que cualquier cosa que puedas imaginar. Mantente abierto a Su llamado, sabiendo que Él no te ha descalificado, sino que te ha elegido. Ahora es el momento de dar un paso adelante con fe y confianza en Su visión para tu futuro.