De Agotado a BendecidoEjemplo

El equilibrio en una cultura del agotamiento

Nuestra cultura cristiana moderna, estadounidense, nos prepara para el agotamiento. En primer lugar, una cultura moderna está desconectada de los ritmos naturales que guiaron a la mayoría de los seres humanos durante la mayor parte de la historia. Con nuestras bombillas y computadoras portátiles, podemos trabajar en la granja hasta la puesta del sol, trabajar doble turno en el hospital y responder correos electrónicos del trabajo toda la noche. En segundo lugar, mi cultura estadounidense valora el crecimiento, el progreso y las ganancias. ¿Sabías que el empleado estadounidense promedio trabaja 435 horas al año más que el empleado alemán promedio? (¡Nunca he estereotipado a los alemanes como personas perezosas!) Por último, nuestra cultura cristiana enfatiza la asistencia a la iglesia, la lectura de la Biblia, el voluntariado, la evangelización y las buenas obras para el reino. No es de extrañar que tantos hijos de Dios estén progresando de estar estresados a estar agobiados y finalmente agotados.

Si eso suena como tu vida, es hora de leer la Biblia completa. Sin duda, hay aspectos que nos impulsan a esforzarnos, como el valor bíblico del trabajo duro y el amor sacrificial (lee 2 Corintios 11). Pero hay otros aspectos, igualmente bíblicos, que nos impulsan a descansar. Pensemos en el “¡Alto!” de los Salmos (46:10) o en la insistencia de Dios en “te acordarás del día de reposo” para su pueblo del Antiguo Testamento" (Éxodo 20:8) o en la invitación de Jesús a acudir a Él y “hallarán descanso para su alma” (Mateo 11:29).

La buena teología requiere dos verdades. En nuestra cultura del agotamiento, asegúrate de recordar, creer y aplicar tanto el amor de Dios por el trabajo duro como su don del verdadero descanso. Cuando lo hagas, será completamente bíblico.